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La UPV crea una comisión que regula el uso de drones en investigación y docencia

La Universitat Politécnica de València (UPV), a través de su vicerrectorado de Investigación, Innovación y Transferencia, ha impulsado la creación de una nueva normativa y una comisión, denominada COSIDANT, que regula el uso de drones tanto en proyectos de investigación, como en docencia. Se trata de la primera universidad española que pone en marcha una iniciativa de este tipo.

Actualmente, la comisión aglutina a siete estructuras de investigación de la UPV, que abarcan diferentes áreas, desde diseño y construcción, control, ingeniería aeroespacial y geomática, hasta patrimonio, conservación y restauración y gestión de costas. “Todas ellas deben cumplir los requerimientos legales establecidos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).  Así, tanto estas como cualquier otra estructura que desee hacer uso de los drones, recibirá el asesoramiento de la Comisión y tendrá que contar con la aprobación previa de la misma para, a continuación, constituirse como operadora aérea autorizada por AESA y así poder realizar sus actividades”, destaca Israel Quintanilla, presidente de la Comisión de Sistemas de Aeronaves No Tripuladas (COSIDANT), Drones.

De este modo, los objetivos principales de COSIDANT serán asesorar a las estructuras que deseen realizar trabajos aéreos con drones y revisar la documentación y requisitos necesarios para lograr la autorización de AESA. Además, emitirá un informe razonado favorable/desfavorable para la autorización previa de la UPV, preceptivo para iniciar cualquier trámite con AESA. Asimismo, velará por que todas las actividades aéreas que se realicen en el marco de la UPV cumplan con los requisitos legales establecidos, al tiempo que atenderá todas las dudas que le surjan a la comunidad universitaria.

Referente nacional

Tal y como explica el profesor Israel Quintanilla, que también es miembro de la Comisión Asesora de Drones de AESA, en los últimos años se está produciendo un auténtico boom en el sector, así como de las aplicaciones que se derivan de su uso. “La comunidad científica, y en particular la Universitat Politècnica de València no ha quedado al margen de este hecho, sino que más bien ha sido uno de los impulsores de los avances de esta tecnología y su aplicación en los más diversos ámbitos”, destaca Quintanilla.

Así, la puesta en marcha de esta comisión refuerza el carácter pionero y el liderazgo nacional de la Universitat Politècnica de València en este sector. La UPV comenzó en el año 2014 a impartir formación en esta temática, y actualmente imparte el único Máster sobre drones de la universidad española que engloba todas las áreas de esta disciplina, en el que participan más de 100 profesores y más de 30 instituciones y empresas. Cuenta además con numerosas estructuras de investigación y formación que utilizan y desarrollan esta tecnología. “Podemos abordar proyectos multidisciplinares de cualquier ámbito, y esto ya se conoce en todos los foros del sector; somos una referencia en este sentido a nivel nacional, que se refuerza con la creación de la Comisión”, destaca Quintanilla.

Nueva normativa

La puesta en marcha de COSIDANT se produce además en un momento de especial importancia para el sector. Hace apenas un mes se aprobó el nuevo Real Decreto que regula la utilización civil de los drones a nivel nacional. En él se introducen cinco nuevos escenarios operacionales: volar en entornos urbanos, encima de aglomeraciones, vuelo nocturno, en espacio aéreo controlado y también se amplía el radio de acción en vuelo con contacto visual.

“El anterior Decreto del 2014 solo permitía un escenario, volar de día y en entorno rural, y aún así, se constituyeron más de 3.000 operadoras aeronáuticas. No hace falta decir, que con los nuevos escenarios permitidos el empuje y avance de esta tecnología será aún mayor que lo visto hasta ahora. No obstante, es importante recalcar, que no es que vayamos a ver drones volando por la ciudad de forma masiva y sin control, sino todo lo contrario, cualquier operación que se quiera realizar que conlleve un riesgo, requerirá de un estudio de seguridad operacional aeronáutico y su aprobación por parte de AESA. En la UPV tenemos la experiencia y conocimientos para poder llevar a cabo dichos estudios con la rigurosidad que se requiere”, concluye Israel Quintanilla.

Fuente: UPV