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La UJI coordinará un proyecto Erasmus+ para ofrecer soluciones innovadoras de capacitación laboral que promuevan la economía circular

Investigadoras del grupo Sostenibilidad de las Organizaciones y Gestión de la Responsabilidad Social – Mercados Financieros (SOGRES-MF) de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) coordinarán el proyecto europeo Economía circular en la práctica (CE-IP) que tiene como objetivo desarrollar nuevas soluciones de capacitación laboral que puedan contribuir a igualar la expansión esperada de oportunidades de empleos verdes para trabajadores poco cualificados, para promover así un cambio hacia una economía más sostenible que no deje a nadie atrás.

La iniciativa, enmarcada en la convocatoria Erasmus+ KA2 de Asociaciones Estratégicas en el Ámbito de la Educación de Personas Adultas, cuenta con la participación de seis organizaciones de cinco países: la Universitat Jaume I como líder del proyecto (España), AEGARE- Asociación de empresarios gallegos en Aragón y riberas del Ebro (España), Cologne Business School (Alemania), Social Innovation and Cohesion Institute (Grecia), Razvojna agencija Sotla (Eslovenia) y CNIPA Puglia (Italia), que han celebrado hoy, de forma virtual, la reunión que da inicio al proyecto.

«Las políticas de economía circular no solo se espera que contribuyan a reducir los impactos ambientales, sino también que generen niveles más altos de empleo. En estos próximos años, los sectores que producen y procesan materias primas disminuirán de tamaño, mientras que los sectores de gestión de residuos, reciclaje y reparación experimentarán un crecimiento adicional. Si se va a implementar una economía circular sostenible, la calidad de esos trabajos es primordial para su éxito», explica la catedrática de Economía Financiera y Contabilidad y coordinadora del proyecto en la UJI, María Jesús Muñoz Torres.

En esta línea, el proyecto CE-IP se centrará en ofrecer soluciones de capacitación que mejoren la calidad de los puestos de trabajo existentes en sectores ligados a la economía circular, como la reparación de productos o el sector del reciclaje, y ofrecer nuevas oportunidades de trabajo verdes y justas para personas adultas con baja cualificación, incluidos los jóvenes desempleados. Para ello, se trabajará en la generación de nuevas habilidades de los trabajadores, entre ellas las habilidades ambientales, de salud, y de seguridad. Concretamente, las actividades se centrarán, principalmente, en el sector textil.

Para lograr este objetivo, se realizará en primer lugar un curso sobre conceptos clave de economía circular dirigido a 18 expertos en sostenibilidad de las organizaciones socias para intercambiar ideas y generar un entendimiento mutuo sobre los conceptos clave de economía circular y sostenibilidad.

También está previsto desarrollar una guía formativa de estrategias de gestión de economía circular para microempresas y una web con recursos formativos multimedia sobre buenas prácticas y formas innovadoras de extender la vida útil de los productos textiles. Asimismo, se pondrá en marcha un curso piloto dirigido a 60 formadores, cuyo resultado final consistirá en que cada formador diseñe un curso de capacitación para personas adultas no cualificadas. Cabe destacar que 180 desempleados, autónomos y trabajadores poco cualificados participarán en el proyecto para poner a prueba todo este material generado.

«A partir de los materiales y actividades que se desarrollarán en el proyecto contribuiremos a mejorar las competencias docentes de formadores de adultos relacionadas con la economía circular y ofreceremos soluciones formativas innovadoras en este campo mediante el empleo de tecnologías digitales. Además, también esperamos que se produzca un impacto en la generación de microempresas en la actividad de extensión de vida útil y gestión de residuos de prendas de vestir. En definitiva, con la implementación de esta iniciativa contribuiremos a la difusión de la economía circular como oportunidad de empleo para personas adultas con baja cualificación y en situación de exclusión del mercado laboral, provenientes tanto del sector textil como de otros sectores productivos», señala la responsable del proyecto.

Fuente: UJI