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La UA propone que la Huerta del Bajo Segura sea declarada bien de interés cultural

La implicación del agua en la organización social del Bajo Segura es mucho más que el mero patrimonio hidráulico. Así lo considera la Universidad e Alicante en un estudio que la presenta como legado material e inmaterial que hace a la Huerta acreedora a ser considerado un bien de interés cultural según la legislación al respecto.
Este trabajo, titulado «La Huerta del Bajo Segura, paradigma de la cultura del agua», ha sido elaborado por el catedrático de Geografía Humana de la UA Gregorio Canales y forma parte del proyecto de investigación «El interés geográfico de la Ordenación Territorial en el Sureste de España, auspiciada por el trasvase Tajo-Segura». Fundación Séneca. Plan de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia.
Considera el autor que este espacio regado cumple con los criterios del la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano para cuatro de los tipos de bienes de interés cultural. Señala que la Huerta podría incluirse en los apartados de monumento como realización de ingeniería, espacio ecológico por su vinculación a formas de vida y actividades tradicionales de especial significación representativas de la cultura valenciana, y sitio histórico por su relación con acontecimientos del pasado, tradiciones populares o creaciones culturales. Señala también que puede considerarse parque natural porque, según establece la Ley, contiene elementos significativos del patrimonio cultural integrados en un medio físico de valores paisajísticos y ecológicos. «La Huerta reúne todos los elementos necesarios para quedar ampliamente protegida por la citada Ley», indica, pero considera que está sufriendo un deterioro físico y se está rompiendo el vínculo emocional con ella.
«La reivindicación de conservar la Huerta va más allá de una posible posición medioambientalista —añade—, no es una alternativa, es una obligación ciudadana y de las administraciones, que implica proteger y conservar una identidad cultural». Gregorio Canales establece comparaciones entre esta situación y la solicitud que se hizo a la UNESCO para que el Tribunal de las Aguas de Valencia y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia fuesen declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Se pone de relieve en este trabajo que la Huerta del Bajo Segura, que antes de que terminara el siglo XVIII ya tenía perfectamente perfilado el sistema de riegos que la caracteriza, «tiene un sentido más amplio que el propiamente agrario, por cuanto constituye una organización social que ha dado unidad a un territorio dotándolo de personalidad propia» plasmada en el comportamiento cultural de sus ciudadanos. A lo largo de su estudio Gregorio Canales valora aspectos tales como el habla popular de la zona, hasta hace algunas décadas todavía funcional y viva, los usos y costumbres, los rituales religiosos, sus normativas, ordenanzas y pleitos del agua y sus infraestructuras y construcciones hidráulica, entre otros.
La pasada semana han comenzado a celebrarse  las VIII Jornadas en Defensa de la Huerta, bajo el título «Comprometidos con la Agricultura y el Paisaje», organizadas por al Cátedra Arzobispo Loaces de la UA, de la que es coordinador este catedrático, y que se celebrarán en sesiones semanales hasta el 14 de marzo.
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Fuente: UA