Las sensaciones predominantes en los ancianos que viven en residencias geriátricas religiosas son de paz, sosiego y bienestar, pero también de resignación. Así lo ha detectado un estudio de la Universidad de Alicante por medio de observaciones y 24 entrevistas a personas en una institución de este tipo, que viven de forma voluntaria pero obligada por condicionamientos de la vida.
Señalan las autoras de este trabajo, Asunción Ors, profesora del Departamento de Enfermería de la UA, y Loreto Maciá, de la Universidad Jaume I, en la revista de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica, que son la conformidad y la paciencia lo que les ayuda a encontrarse bien. «Se puede afirmar que la institución no es deseada, pero los mayores se adaptan a vivir en ella, e incluso algunos afirman vivir con felicidad, aunque sea como fórmula para autoconvencerse o creer que pueden lograrla».
Destacan también que en las instituciones geriátricas no se busca la fórmula «para cambiar la resignación por el bienestar y la ilusión de vivir. Tienen seguridad en la satisfacción de las necesidades materiales, pero poco más. La vida en la institución rompe el contacto con el mundo exterior y no es una preocupación para la dirección del centro el que ocurra esta situación», añaden.
Fuente: UA