VA | EN

La UA considera indispensable educar a los niños en su actitud frente a la publicidad en televisión

Es importante educar durante la infancia en cómo ver la televisión, en concreto enseñar a  los niños a afrontar la publicidad dirigida a ellos. Esta es una de las conclusiones de un trabajo de investigación sobre los «spots» (anuncios televisivos) sobre alimentos dirigidos al consumidor infantil, reflejado en una tesis doctoral redactada por Cristina González Díaz, profesora del departamento de Comunicación y Psicología Social de la UA.

En esta investigación se constata que en las características distintivas de estos espacios publicitarios destaca que su personaje protagonista es un niño varón de 7 a 12 años, que al consumir ese alimento lo hace un ambiente de diversión y obtiene algún tipo de premio. 

La tesis, titulada «Análisis formal y de contenido de los spots de alimentos dirigidos a la infancia», ha sido dirigida por la profesora Claudia Rausell Köster y es fruto de cuatro años de trabajo. Se ha desarrollado a partir del análisis de 407 mensajes publicitarios de alimentos, emitidos durante 2006 en seis cadenas de televisión. Este análisis ha partido previamente de diferenciar entre ellos los spots dirigidos a adultos de los destinados a los niños o a ambos tipos de público y se ha efectuado sobre alimentos de diez tipos distintos, de congelados y embutidos a golosinas.

Las características predominantes de la publicidad televisiva de alimentos dirigida a niños incluyen que el personaje protagonista tiene de 7 a 12 años y es del sexo masculino, a pesar de que, según Señala Cristina González, los alimentos son un producto asexuado, al contrario de los juguetes. Es también habitual el reclamo de un premio (la participación en un sorteo, un coleccionable, un pequeño juguete…) y tienen un ritmo visual mayor que los de adultos. Esta mayor rapidez se manifiesta en un más elevado número de planos, más movimientos de cámara y mayor número de elementos por plano. Es también importante en ellos el acompañamiento musical.

Se suelen desarrollar en espacios exteriores ajardinados (el exterior de una casa, un parque…) y presentan al niño relajado, en actitud sedentaria y consumiendo el producto con otros niños de su edad compañeros de juegos o aventuras en un ambiente de diversión. Indica la autora del trabajo que, aunque la autorregulación del sector publicitario insta a promover a través de la publicidad la actividad física entre los niños, se echa de menos una mayor intensidad en este propósito.

Señala Cristina González la presencia en más de la mitad de estos anuncios comerciales, que suelen durar unos 20 segundos y en los que cada segundo es de un elevado coste económico, de la estética del dibujo animado, incluso aparentando ser una especie de capítulo de una película de este tipo. Es también frecuente que aparezca una mascota acompañando al protagonista, que puede ser, por ejemplo, un dinosaurio, y el recurso musical del «jingle» (una melodía corta).

El trabajo ha incluido también la clasificación de la voz del narrador, que, según la percepción de la investigadora, es alegre y animada.

Destaca la autora que estas características de los anuncios de alimentos destinados a los  niños las distinguen de los que se emiten para adultos, en los que el protagonista es una mujer de 30 a 40 años y en los que en el mensaje es prioritario el efecto sobre la salud.

Sostiene esta profesora que se hace cada vez más evidente la necesidad de educar al niño en el lenguaje audiovisual, enseñándole a ver la televisión, por ejemplo para que distinga cuando es pequeño los programas de TV de los anuncios comerciales. Añade que son nativos digitales y deben aprender a discernir también en una página web los mensajes audiovisuales informativos de los puramente publicitarios. Incluso propugna que la formación sobre estos temas sea impartida en los colegios.

Fuente: UA