VA | EN

La tecnología de la Tramoya de 1761 del Misteri fue la más avanzada de su época

La tesis “Análisis de la Tramoya aérea de La Festa o Misterio de Elche” del doctorando Sixto M. Marco Lozano concluye, entre otros aspectos, que la tecnología que incorpora la Tramoya de 1761 del Misteri d’Elx es muy adelantada a la que estaba disponible en España durante esa época en la que el arquitecto Marcos Evangelio la construyó. Asimismo, el estudio destaca que el torno de la Tramoya del Misteri d’Elx estuvo bien diseñado pero hubo un error en el montaje, ya que es posible que funcionase únicamente con dos operarios en vez de con cuatro. Esta tesis del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche está dirigida por el profesor de Ingeniería Mecánica de la UMH Elche Emilio Velasco Sánchez y el historiador y archivero del Misteri d’Elx, Joan Castaño García.
La investigación realiza una descripción exhaustiva de la Tramoya aérea de la Festa, así como de las diferentes partes que la componen, como el cielo, la plataforma, la cabria, las puertas del cielo y los aparatos aéreos. El núcleo de la tesis lo constituye una descripción completa del torno, diseñado por el arquitecto Marcos Evangelio, y que entró en servicio en el año 1761 hasta la actualidad.
La primera parte del estudio está dedicada al análisis de la máquina durante las fechas anteriores al incendio de 1936, la evolución del mismo en el interior del templo y el modo en el que afectó a los tornos. A través de este análisis, se ha demostrado que, a diferencia de lo que se tiene documentado hasta el momento, los tornos ardieron completamente y se dañaron las características estructurales de las piezas que lo componen.
Tras analizar la Tramoya mediante cálculo, la tesis de la UMH concluye que en vez de estar montada con el torno grande en la parte más alejada del cimborrio, lo está en la parte pegada a él, lo que provoca como resultado que es posible que la máquina funcionase con dos operarios. El estudio demuestra que el torno estuvo bien diseñado y construido, pero que hubo un error de montaje, ya que necesitaba cuatro operarios para su funcionamiento. Asimismo, la investigación destaca la tecnología que incorpora la Tramoya porque es muy adelantada a la que estaba disponible en España durante la época en la que se construyó. Esta tecnología sí se daba en otros países europeos y queda abierta la duda del lugar en el que realmente se fabricó.
En la tesis, también, se evalúa cómo podían haber sido los tornos anteriores al de Marcos Evangelio, ya que está documentado que se necesitaban más de 20 operarios para su accionamiento. Para ello, el investigador localiza a lo largo de la historia todas aquellas actividades humanas que han precisado medios mecánicos auxiliares para mover grandes pesos, sobre todo en altura y desplazamiento. Tras su localización y análisis, se efectúa un estudio de las maquinas empleadas y se agrupan en función de las características que las diferencian.
Dentro de cada tipo diferente de máquina construida con unas medidas razonables, se han puesto ejemplos en los que, tras aplicar por cada uno de sus operarios la misma fuerza que le aplique al torno del arquitecto, se obtiene como resultado el número de operarios que se precisan para elevar la carga de la Tramoya. De todos los ejemplos, el investigador de la UMH ha descubierto uno en el que se precisarían veinte o más servidores para elevar la carga, con lo que se puede esbozar con este dato la forma que este podría tener.
Fuente: UMH