VA | EN

La mitad del carbono de la Amazonia está almacenada en el 1% de las especies de árboles

Amazonas2 amazonasLos bosques de las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco albergan a lo largo de toda su área -seis millones de kilómetros cuadrados- una extraordinaria diversidad. En total, albergan cerca de 300 billones de árboles pertenecientes a más de dieciséis mil especies. Un nuevo estudio internacional, publicado en la revista Nature Communications y en el que ha participado la Universitat Politècnica de València, ha descubierto que la mitad del carbono de la Amazonia está almacenado y es reciclado por el 1% de estas especies, o lo que es lo mismo, por menos de 200 variedades.

El estudio, coordinado por la red Rainfor -Red Amazónica de Inventarios Forestales- y liderado desde las Universidades de Leeds y Oxford, muestra que las especies más abundantes no almacenan o procesan necesariamente la mayoría del carbono.  Sophie Fauset, autora principal del trabajo e investigadora de la Escuela de Geografía de la Universidad de Leeds, apunta que “ya sabíamos de la abundancia de ciertas especies en la Amazonia pero no conocíamos si éstas dominan, de hecho, el ciclo del carbono en estos bosques. Encontramos que, mientras algunas especies que son muy comunes frecuentemente almacenan una gran cantidad de carbono, otras almacenan o crecen mucho más de lo que su abundancia sugiere”.

En este sentido, Rafael Herrera, investigador Emérito del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y colaborador del Instituto IIAMA de la Universitat Politècnica de València, señala que en un bioma tan extenso y diverso como la Amazonia, entender el ciclo del carbono constituía un gran desafío.

“Encontrar que sólo una pequeñísima fracción de las especies es responsable de la mitad de la biomasa y del ciclo del carbono puede ayudar a los científicos a predecir la evolución de los bosques tropicales en un clima cambiante”, destaca Rafael Herrera.

Ahora bien, los investigadores alertan también del peligro de subestimar el 99% restante de la diversidad de especies de la Amazonia.

“El estudio determina qué plantas son más importantes a día de hoy, pero obviar el resto podría derivar en un serio peligro para la pervivencia del bosque amazónico como captador de dióxido de carbono si alguna de estas especies sucumbe a consecuencia del cambio climático, fundamentalmente de sequías prolongadas con frecuencia seguidas de incendios forestales”, apunta el profesor Herrera.

Asimismo, desde la red Rainfor señalan que, a medida que el clima en la Amazonia continúe cambiando, podemos esperar que un conjunto muy diferente de árboles entre en acción, incluyendo algunos apenas conocidos hoy. “Por eso se ha de tener en cuenta toda la diversidad de los bosques analizados. Además, el bosque tropical necesita de todas las especies interrelacionadas, porque su compleja biología lo exige”, apunta el profesor Herrera.

500 parcelas, 200 mil árboles, 3600 especies

En este estudio, los investigadores del grupo Rainfor han analizado más de 500 parcelas de la Amazonia y 200 mil árboles correspondientes a unas 3600 especies, comparando la abundancia, las reservas de carbono y el crecimiento de cada especie. “Estas parcelas son valiosísimas como sitios de observación porque allí se mide árbol a árbol, y a lo largo de los años, para saber el volumen de madera y convertirlo así en cantidad de carbono que los árboles almacenan”, explica Rafael Herrera.

Entre las especies que almacenan más carbono se encuentra la Bertholletia excelsa o “Nuez del Brasil”. En la Amazonia menos de uno de cada mil árboles corresponden a esta especie, pero ocupa el tercer lugar entre las que más carbono almacenan y el cuarto en cuanto a crecimiento. Destaca también la Eperua falcata, capaz de fijar nitrógeno directamente de la atmósfera; la palmera Iriartea deltoidea y un árbol de la familia Moraceae, Psudolmedia laevis. Algunas especies dominan por su gran tamaño, otras por la eficiencia de uso de agua o de nitrógeno.

“Los bosques tropicales y particularmente la Amazonia constituyen uno de los mecanismos más importantes en todo el mundo para el control del ciclo de carbono.  Este estudio ofrece datos hasta ahora desconocidos, de gran relevancia conocer el comportamiento y evolución de la mayor reserva forestal del mundo”, concluye el profesor Herrera.

El profesor Herrera lleva colaborando con la Universitat Politècnica de València desde hace ya siete años. Parte de los resultados publicados en este estudio fueron analizados durante una estancia de investigación en el grupo Reforest del Instituto IIAMA de esta universidad. Actualmente, Rafael Herrera trabaja con los profesores de la UPV, Antonio Lidón y Antonio del Campo, en la implementación de técnicas novedosas en aspectos de biogeoquímica en sistemas forestales, especialmente en el uso de isótopos estables en dendrocronología.

Referencia: Fauset, S. et al. Hyperdominance in Amazonian forest carbon cycling. Nature Communications. doi:10.1038/ncomms7857

Fuente: UPV