VA | EN

La masculinidad del revolucionario Francisco de Miranda, revisada desde una perspectiva de género

Francisco de Miranda es conocido como precursor de la independencia venezolana, a veces llamado el americano universal, viajó durante gran parte de su vida, vivió la Revolución francesa y la emancipación de los EE. UU. e impulsó la de los territorios hispanoamericanos. Un idealista ilustrado que la historiadora de la Universitat de València (UV) Mónica Bolufer ha estudiado desde una nueva perspectiva en su artículo publicado en Gender & History, una de las más prestigiosas revistas internacionales de historia.

Pintura Miranda en La Carraca, de Arturo Michelena, que representa a Francisco de Miranda en la prisión de Cádiz. Colección de la Galería de Arte Nacional, Caracas (Venezuela).

“Es difícil encuadrar a Miranda en una etiqueta única”, indica Bolufer, catedrática del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea. “Ahondar en las contradicciones de su pensamiento y su vida es una forma de comprender mejor y en más detalle la época de la Ilustración y las revoluciones que vivió”, explica la investigadora.

Las conclusiones del artículo, publicado en el marco del proyecto europeo CIRGEN (Circulating Gender in the Global Enlightenment: Ideas, Network, Agencies), financiado con una ayuda Advanced Grant del European Research Council (ERC) de 2,5 millones de euros, no encasillan a Miranda, sino que plantean las paradojas de la Ilustración y las revoluciones. Pese a los avances en política, los ilustrados fueron reticentes a admitir la igualdad entre hombres y mujeres.

La investigadora ha enfocado este análisis histórico en tres planos: la presencia y tratamiento del género en los diarios de viaje de Francisco de Miranda, en sus relaciones con las mujeres y en la forma en que construyó su propia imagen como hombre.

La imagen de las mujeres populares con quienes tuvo encuentros sexuales se construye en sus escritos desde su privilegiada posición como hombre atento a sus placeres; casi nunca menciona siquiera su nombre. Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto en el que nació y el mundo en el que vivió, cabe destacar sus comentarios favorables a las madres solteras, a quienes defendía del ostracismo social, algo poco habitual en el momento. “Presentarle como un Latin lover, como se ha hecho en ocasiones, significa dar por buenos los rancios estereotipos que relegan la vida privada de los ‘grandes hombres’ al terreno de lo anecdótico y escabroso. Lo necesario es analizarla en su contexto cultural y político”, afirma Mónica Bolufer.

Francisco de Miranda muestra en varias ocasiones aprecio por las conversaciones intelectuales con mujeres inteligentes, a veces desde una posición paternalista. Toma cierta conciencia de los roles y exigencias que se le atribuyen a cada género. En alguna ocasión, admite que deben reconocerse derechos civiles a las mujeres mayores, aunque esta conciencia no se vio reflejada en sus planes para la sociedad postrevolucionaria.

“Este análisis de la figura de Francisco de Miranda desde los planteamientos de la historia de género, la biografía y la historia de la subjetividad resulta pionero. Hasta ahora, se había estudiado su figura como la de un ilustrado cosmopolita que viajó por el Nuevo y el Viejo mundo, y un activista y militar que vivió la guerra de Independencia de los EE. UU. y participó en la revolución francesa. Las únicas menciones al modelo de masculinidad que representa y a sus relaciones con las mujeres eran las referencias más bien tópicas a su activa vida sexual”, concluye la experta de la UV.

Referencia bibliográfica

Mónica Bolufer. A Latin American Casanova? Sex, Gender, Enlightenment and Revolution in the Life and Writings of Francisco de Miranda (1750–1816). Gender & History, Vol.0 No.0 March 2021, pp. 1-20. ISSN: 0953-5233.

Fuente: UV