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La hipertensión es la causa de fallecimiento número uno en el mundo

Dr. Fernando MartínezEl Dr. Fernando Martínez, internista en el Hospital Clínico de Valencia y miembro del Grupo de Investigación de  del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA ha participado en un estudio que identifica estrategias claves para reducir el impacto de la hipertensión en las enfermedades cardiovasculares a nivel mundial. Según los expertos, la hipertensión es la causa de fallecimiento número uno en el mundo, pero no está reconocida como tal.

El estudio es un proyecto de la prestigiosa revista internacional LANCET que acaba de ser publicado y fue presentado en Seúl durante el Congreso Mundial de Hipertensión.

A pesar del conocimiento amplio en torno a cómo prevenir y tratar la elevada presión arterial, la hipertensión afecta al 30% de los adultos de todo el mundo. La comisión formada por especialistas en hipertensión procedentes de 19 países, afirma que la hipertensión sigue sin tener la consideración que merece porque no produce síntomas y falta un control adecuado.

Según Stuart Spencer, Editor Ejecutivo de The Lancet “el informe identifica varios temas sin resolver, cómo, por ejemplo, que las personas en los países en desarrollo puedan acceder a tratamientos con fármacos y control, promover nuevas formas de hacer frente a la hipertensión, tanto a nivel individual como desde una perspectiva de salud pública”.

El Dr. Martínez explica que “el artículo se ha realizado teniendo en cuenta el curso vital de los individuos, desde la etapa prenatal hasta la senectud”. Manifiesta que “el artículo no pretende ser otra guía clínica. Las acciones clave se han dividido en tres grandes bloques: prevención, diagnóstico-caracterización y tratamiento farmacológico, elaborando además un paquete técnico para identificar la idiosincrasia de cada país o sistema de salud y como implementar las acciones a realizar teniendo en cuenta sus características”.

Como especialista incide en el acceso universal a medidores de tensión arterial y tensiómetros de bajo coste, protocolos estandarizados y con certificados de calidad para medir la tensión arterial, empoderamientos de los pacientes y mejor identificación de los pacientes de alto riesgo para optimizar su tratamiento y formación tanto a los pacientes y como a los profesionales sanitarios vinculada a los tratamientos, mayor identificación de los individuos con hipertensión secundaria y estandarización de criterios ligados a la estratificación de los tratamientos, acceso universal a tratamientos anti-hipertensión económicos y  de alta calidad, y terapias eficaces mediante la colaboración de todos los agentes implicados, accesos a tratamientos estratificados según edad, riesgo cardiovascular, diferencias sociales, culturales, y étnicas mediante formación continua de los profesionales sanitarios y nuevas investigaciones, ampliar el número de profesionales sanitarios formados en tensión arterial, ….

Además, entre las acciones propuestas destaca “aquellas que inciden en la creación de un medio ambiente sano y la implementación de estrategias socioeconómicas y políticas que promuevan la salud como desarrollar campañas universales de concienciación sobre las consecuencias que los malos hábitos tienen en la tensión arterial, apoyadas por el uso de las nuevas tecnologías”.

Añade que “no existe una priorización de las acciones, sino que son complementarias y que la posibilidad de llevarlas a cabo dependerá de las posibilidades económicas de cada país”. Puntualiza que, “en muchos de los casos, las recomendaciones, no tienen una sólida evidencia científica, sino beneficios potenciales”.

A juicio del Dr. Martínez, si “todos los médicos, especialistas y médicos de familia, nos implicamos y tenemos en cuenta las recomendaciones proyecto, contribuiremos a reducir de forma sustancial la morbi-mortalidad relacionada con las enfermedades cardiovasculares”.

Acceso al artículo.

Fuente: INCLIVA