VA | EN

La comunidad científica europea pide que se permita la edición genómica para una agricultura sostenible y la producción de alimentos

La comunidad científica europea ha hecho pública una declaración abierta dirigida a los recién elegidos Parlamento y Consejo Europeos, así como a la próxima Comisión Europea, para que permitan las técnicas de edición genómica y con ellas, una agricultura sostenible y mejorar la producción de alimentos. La petición se da en un contexto global de aumento de la población, disminución de la biodiversidad y de los recursos, y aumento de la temperatura del planeta, con la necesidad de generar más alimentos mejorando las plantas y desarrollando variedades de cultivo más sostenibles.

Quienes firman el escrito han destacado que la capacidad de utilizar estas nuevas tecnologías de edición genómica “es crucial para el bienestar y la seguridad alimentaria de la ciudadanía europea”. Son 117 los institutos de investigación que han firmado un informe de posición inicial que ha dado lugar a la declaración hecha pública hoy, entre ellos el Vicerrectorado de Investigación de la Universitat de València. Además, personal científico de diversas instituciones europeas ha difundido vídeos en los que se explican las ventajas de esta nueva técnica. Entre ellos, uno en el que participan Juli Peretó, vicedirector del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (CSIC-Universitat de València), y José Pío Beltrán, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas y coordinador del CSIC en la Comunidad Valenciana.

En la declaración pública se destaca que la agricultura europea puede hacer contribuciones considerables a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU con la aplicación de las técnicas de edición genómica. “Los métodos de mejora vegetal de precisión como la edición del genoma con CRISPR son herramientas innovadoras que tienen el potencial de ayudar a alcanzar estos objetivos de una manera más rápida y eficiente”.

Para desarrollar estas variedades, el personal especializado debe tener acceso a la gama más amplia posible de herramientas de mejora vegetal. La adición más reciente a la caja de herramientas es la mejora de precisión con CRISPR, que permite desarrollar las variedades de cultivos deseadas de una manera más rápida, relativamente simple y mucho más dirigida en comparación con las técnicas anteriores.

No obstante, “la interpretación actual de la legislación europea (caso C-528/16) impide el uso de la edición del genoma para la agricultura sostenible y la producción de alimentos en la UE”, destaca la carta. La coincidencia con la publicación el 25 de julio se da porque hace justo un año, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que las plantas obtenidas mediante técnicas de mejora de precisión como CRISPR son organismos modificados genéticamente (OGM), a diferencia de los productos producidos con técnicas de mejora mucho menos precisas, que están exentas de la legislación OGM.

“Esto es altamente problemático ya que la legislación europea sobre OGM presenta un umbral reglamentario inalcanzable para los institutos de investigación y las pequeñas empresas de mejora. Dicha legislación es simplemente demasiado complicada y costosa de cumplir para la mayoría de estos centros y pequeñas empresas”.

Según los científicos y científicas que han firmado el escrito, la legislación de la UE sobre OMG se diferencia de la legislación en muchas otras naciones: “la incapacidad para comercializar cultivos con el genoma editado en Europa causará un efecto inhibitorio en las inversiones en I+D en el sector de la mejora de plantas europea. El resultado será que el desarrollo futuro de variedades beneficiosas de manera más rápida y mucho más directa se detendrá en Europa, mientras el resto del mundo adopta la nueva tecnología”.

Por ello, las personas que han firmado el escrito piden una pequeña revisión de la legislación europea para armonizarla con el marco legal de otras naciones, de forma que permitiría a especialistas y personas que mejoran las plantas, así como otras que se dedican a la agricultura y la producción en Europa incluir la edición del genoma como una de sus herramientas.

“Otros países aplican legislaciones que están más adaptadas al estado actual del conocimiento científico, y excluyen a las plantas que tienen alteraciones que también podrían ocurrir naturalmente o como resultado de actividades de mejora convencionales”. En otras palabras, en estos países las plantas con el genoma editado no están sujetas a la legislación de OGM, lo que permite utilizar la edición del genoma para lograr una agricultura y producción de alimentos más sostenibles.

Fungicidas

La comunidad científica ha utilizado técnicas modernas de mejora de precisión para desarrollar una variedad de trigo resistente al moho. En un solo paso, introdujeron una pequeña alteración en el llamado gen MLO que confiere resistencia al moho polvoriento. Este tipo de alteración del gen MLO ya existe en la naturaleza, pero es muy difícil y lleva mucho tiempo introducirlo a través de métodos de mejora convencionales. Este es un claro ejemplo que muestra cómo los métodos innovadores como CRISPR pueden acelerar significativamente la introducción de propiedades beneficiosas en los cultivos. El cultivo del trigo MLO no requiere la aplicación de fungicidas para prevenir enfermedades, lo que lo hace más sostenible.

Enlace vídeo Juli Peretó y José Pío Beltrán.

Fuente: UV