La Biblioteca General de la Universidad de Alicante (UA) ha inaugurado la nueva sala de investigadores que lleva el nombre del reconocido investigador hispanista, Russell P. Sebold y que alberga sus fondos personales legados a la institución por el mismo a través de su testamento.
La sala, destinada a ser utilizada por profesorado universitario, personal investigador acreditado y alumnado de doctorado, máster y posgrado de la Universidad de Alicante, acoge el legado completo del hispanista que hizo a la UA depositaria de sus fondos “en aras de evitar su dispersión y de entregar el testigo a los futuros investigadores en el punto que lo dejó”, como ha señalado el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Juan Francisco Mesa durante el acto de inauguración, en el que también han participado, además del rector, el director de la RAE, Darío Villanueva, el profesor Enrique Rubio y la profesora Chelo Vargas.
El rector, Manuel Palomar, ha destacado la utilidad de una sala de investigadores “excepcional”, ya que ofrece la posibilidad de consultar integra una colección única de un apasionado hispanista con el que la Universidad de alicante y sus investigadores han mantenido una estrecha relación durante años, en especial tras su investidura como Doctor Honoris causa ene l año 1984.
El director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, que ha participado en el acto, tras clausurar el año dedicado en la UA a Cervantes y Shakespeare, ha señalado la relevancia de una figura como Sebold “la cual se agranda tras conocerlo en persona y descubrir su pasión por nuestra literatura”.
El profesor Enrique Rubio ha sido el encargado de poner la nota personal al acto, visiblemente emocionado, ha relatado la intensa relación de Sebold, Bud como le conocían sus amigos, con la Universidad de Alicante y su interés por que su colección regresara a España.
Vargas, responsable del traslado de la colección de Sebold a la Universidad de Alicante, ha explicado, además de las vicisitudes de la empresa, que no estuvo exenta de contratiempos, como se gestó y ejecutó la cesión de la colección, además de leer las palabras de su viuda, Jane Sebold sobre la sala que acoge el legado de su marido, encantada de que “los libros de Bud volvieran a España, país cuya lengua y cultura él amó apasionadamente, el lugar que dio sentido a su larga vida”.
Fuente: UA