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II Congreso Internacional de Senderismo y Deportes de Montaña

La Universidad Católica de Valencia (UCV) celebrará el II Congreso Internacional de Senderismo y Deportes de Montaña y III Congreso Internacional Mujer y Montaña en Valencia los días 21, 22 y 23 de noviembre, organizados por la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD).

En el acto de presentación, han participado la decana de la Facultad, Consuelo Moratal, el vicedecano de CAFD, Javier Zahonero, y el director del Congreso, Víctor Sánchez, quien ha adelantado que “la edición de este año abordará, con un enfoque global e integrador, las diferentes facetas de los deportes y el turismo de montaña”.  Así, más allá de lo deportivo, el encuentro analizará este sector desde puntos de vista como el de la salud, el turístico, el socioeconómico, el educativo, el inclusivo, o el de la sostenibilidad.

Además, Sánchez ha destacado la “clara vocación internacional del congreso”, que reunirá a los principales profesionales, especialistas, investigadores e instituciones del sector, tanto en el ámbito nacional como internacional. En la organización del simposio colaboran el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo; las federaciones española y valenciana de deportes de montaña y escalada (FEDME y FEMECV); la Federación Española de Orientación y el Programa Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes.

Anna Blanco: “Mi cáncer fue como subir una montaña, con piedras en el camino y con una cima a la que no acababas de llegar”

La sesión ha incluido una mesa redonda en la que ha participado la periodista valenciana Anna Blanco, fue una de las cinco mujeres supervivientes de cáncer que participaron en la expedición Reto Pelayo Vida, que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en la Patagonia, “queriendo ser un ejemplo para que otras personas se apoyen en el deporte y en la vida saludable a la hora de afrontar la recuperación física y mental tras una enfermedad que te lleva al límite”.

Blanco ha afirmado que, durante su enfermedad, “aunque no me encontraba bien para casi nada, lo cierto es que ponerme unas mallas y unas deportivas por la mañana me ayudaba a sobrellevar mejor la enfermedad. Había días que solamente podía caminar, había días que podía correr y había otros que no me podía ni levantar de la cama. Pero estaba convencida que después de todos esos procesos médicos yo volvería a mi vida de antes y tenía que estar preparada y entrenada para volver a ser yo otra vez”.

“El cáncer fue como subir una montaña con muchas piedras en el camino, con momentos en los que parecía que tenías la cima al alcance de tu mano, pero en los que aún hacía falta seguir luchando con un último tratamiento. Una subida que acaba con el momento en el que te dan la noticia de que estás curada en el que te sientes en la cima del mundo”, ha confesado.

En este sentido, la periodista valenciana ha asegurado que “el hecho de participar en el Reto Pelayo Vida y coronar una cima de verdad junto a cuatro mujeres que habían pasado por lo mismo, fue una experiencia inolvidable en la que me sentí pequeña y grande a la vez; pequeña en relación con inmensidad de las montañas alpinas, y grande por la reacción de mi cuerpo, en una aventura que me sirvió de reconciliación con el mismo”.

Carmen Belmar: “Lo más complicado para una atleta de montaña invidente es conseguir guías que entrenen contigo”

Carmen Belmar es una deportista a la que la discapacidad sensorial visual no le impide practicar senderismo y competir en carreras de montaña. “La montaña siempre me ha gustado y a nivel lúdico siempre practiqué senderismo.  Luego, cuando mi enfermedad avanzó y me incapacitaron en el trabajo, empecé a salir con más frecuencia porque me di que era una terapia para mí y me ayudaba a canalizar todo. Más tarde, estando jubilada, me propusieron competir en carreras, se me dio bien y ahí estoy”, ha señalado.

“Lo más complicado para una atleta invidente es conseguir guías que entrenen y compitan contigo. En montaña se necesitan dos, uno que vaya delante y otro detrás, mientras tú vas en medio cogida a una barra metálica bidireccional de tres metros. Es muy complicado contar con dos personas para entrenar dos veces por semana, así que toca correr por asfalto con un solo guía o caminar por montaña también con solo una persona”, ha reconocido.

En su palmarés hay cinco campeonatos de España, dos subcampeonatos y la satisfacción de haber conseguido lanzar, como vocal de Montaña Inclusiva y Solidaridad de FEMECV, la liga en categoría de invidentes, pues hasta ahora no existía.

“Mi principal objetivo en esta vocalía es dar visibilidad al deporte adaptado en la montaña. Pienso que todos tenemos derecho a disfrutar de este maravilloso entorno que a mí personalmente me aporta tanto”, ha subrayado Belmar.

Araceli López: “La alta montaña es perfectamente compatible con la maternidad”

Por su parte, la alpinista, espeleóloga y profesora de Educación Física, Araceli López Boluda, madre de tres niños menores de diez años, ha relatado su experiencia de haber hecho cumbre, el pasado mes de septiembre, en el Manaslu, la octava montaña más alta del mundo y que se encuentra en el Himalaya.

“Desde el primer día, tanto mi marido como yo hemos intentado infundirles nuestra pasión por la montaña”, ha comentado en relación con sus hijos. “Nos los llevamos a todos lados, algo que es un punto a mi favor ya que los entrenamientos puedo hacerlos con ellos. Obviamente, a hacer un ochomil no los voy a llevar todavía, pero con ellos ya hemos subido montañas exigentes como Aneto, Mulhacén o un ‘cuatro mil’ el pasado verano”, ha expresado.

Para esta alpinista “la montaña lo es todo, me da energía positiva y mucha felicidad, y no concibo la vida sin ella. Además, es perfectamente compatible con la maternidad. Hasta los siete meses de embarazo he estado subiendo montañas, y a los pocos meses de nacer, mis hijos ya nos acompañaban en algunos ascensos”.

En cuanto a los próximos retos, ha declarado que “este verano queremos llevar a mayor al monte Cervino y el año que viene también iremos todos a hacer el trekking del Anapurna, en el Himalaya. A largo plazo me gustaría intentar y conseguir hacer cima en otro ochomil, porque luchar por un sueño es admirable, pero conseguirlo es espectacular”.

Fuente: UCV