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Estudio sobre la mejora de la atención médica en geriátricos

La realización de un programa educativo dirigido a médicos de residencias geriátricas consigue una «mejora notable» en la calidad de las prescripciones de las personas mayores que viven en las mismas, una disminución de medicamentos inadecuados, mejoría de los fármacos indicados, menor uso de psicofármacos, menor consumo de medicamentos duplicados, así como una mejoría en la reducción de las caídas, cuadros delirantes, así como las visitas a médicos y enfermeros, y hospitalizaciones.
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» por el geriatra José Fermín García Gollarte, profesor de esta Universidad, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.
En este sentido, el impacto de este programa ha sido recomendado por el doctorando para «evitar los efectos adversos por fármacos, adecuar el uso de fármacos adecuados, optimizar el consumo de recursos asistenciales y, sobre todo, para mejorar la calidad de vida en las personas mayores».
El estudio que ha realizado García Gollarte se llevó a cabo con 60 médicos de 37 residencias del mismo grupo empresarial con una población de 1.018 residentes durante un periodo de 36 meses.
Aunque la intervención educativa se dirigió a los médicos de las residencias, los resultados se valoraron en los residentes estudiados mediante la calidad asistencial y consumo de fármacos. Se dividieron en dos grupos -uno de control y otro de intervención- y con posterioridad comparó los resultados en cada uno de ellos.
La duración del programa educativo que se impartió a los médicos del grupo de intervención fue de 10 horas y estuvo basado en una formación teórica y dos talleres prácticos de una hora sobre las evidencias de las mejoras de la prescripción en los mayores. Los médicos tuvieron un seguimiento para consulta de dudas y propuestas de mejora por parte del doctorando.
La edad media de los residentes fue de 84,4 años y el 73 por ciento eran mujeres. El 24,5 por ciento de los residentes presentaron un deterioro funcional severo y un 28% deterioro cognitivo moderado-severo.
Tras aplicarse el plan formativo, se comprobó que el número de personas que sufrieron caídas aumentó en el grupo de control (del 19,3% al 28 %) y no cambió de forma significativa en el grupo de intervención (de 25,3 % a 23,9 % ), mientras que el número de residentes con delirio aumentó en el grupo de control (del 3,8% al 9,1 %) y disminuyó en el grupo de intervención (de 6,1% a 3,2 %).
Asimismo, el número de visitas médicas no se modificó en el grupo control pero se redujo significativamente en el grupo de intervención y lo mismo ocurrió con el número de visitas a enfermería, que disminuyó en gran medida en el grupo de intervención según los datos recogidas en el trabajo de investigación defendido en la tesis.
Entre los resultados del estudio destaca también que las visitas de emergencia y días de hospitalización aumentaron significativamente en el grupo control, mientras que se mantuvieron sin cambios en el grupo de intervención.
García Gollarte también incluyó en el estudio el consumo de medicamentos inapropiados suministrados, según los criterios STOPP-START de calidad de prescripción para personas mayores, que fue mayor al final del estudio en el grupo control que en el grupo de intervención. Igualmente, también disminuyó el número de personas mayores con 6 o más fármacos (76,5 por ciento respecto al 67 por ciento), el uso de antipsicóticos (9,1 por ciento en el grupo control sobre el 3,2 por ciento en el de intervención) o duplicados de medicamentos (32,5 por ciento sobre un 9,2 por ciento).
USO DE PRESCRIPCIONES INADECUADAS MUY FRECUENTE
Según ha detallado el nuevo doctor, «el uso de prescripciones inapropiadas es muy frecuente en las personas que viven en residencias y, a pesar de la magnitud del problema, existen pocos estudios prospectivos de intervención que valoren las reacciones adversas, las prescripciones inapropiadas, la infraprescripción o la mala adherencia al tratamiento en los pacientes geriátricos». Asimismo, ha manifestado que «existe un carencia crónica en la prescripción ciertos fármacos beneficiosos en la población geriátrica ante problemas y enfermedades muy frecuentes en la misma como analgésicos, calcio-vitamina D o antidepresivos».
La población que se ha estudiado ha presentado una edad muy avanzada y con marcado deterioro funcional y cognitivo. Esto hace que los resultados sean «más destacables ya que este grupo de personas muy mayores han sido normalmente excluidos de todos los estudios».
Además, García Golarte ha lamentado que «no se dispone todavía de resultados concluyentes que indiquen el impacto que tienen las intervenciones farmacológicas en la mejora de consumo de recursos sanitarios y de parámetros de salud, ya que los estudios existentes son heterogéneos y con periodos variables de seguimiento e intervención». En consecuencia, «se hacen necesarios más estudios que permitan perfilar mejor los resultados y las estrategias a seguir», ha incidido.
La tesis ha sido dirigida por el Dr. Alfonso Cruz-Jentoft, profesor de Geriatría de la Universidad Europea de Madrid y Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y el Dr. José Baleriola-Júlvez, profesor de la Universidad Católica de Valencia y coordinador del CAP de la Vall d´Uixó.
El tribunal ante el que el doctorando Fermín García Gollarte ha defendido su tesis ha estado compuesto, en primer lugar, por la Dra. Sacramento Pinazo, de la Universidad Católica de Valencia, que ha actuado como Presidenta; y el Dr. Germán Cerdá, Decano de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad Católica de Valencia, que ha detentado el cargo de secretario del tribunal. Han sido vocales del mismo el Dr. Luis Lizán, de la Universitat Jaume I de Castelló; el Dr. Francisco Tarazona, de la UCV; y el Dr. Juan Bort, de la Universitat de València.
Fuente: UCV