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Un estudio en redes sociales analizará el impacto del uso de las mascarillas en la percepción de las emociones

Investigadores de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), la Universitat de València (UV) y la Universitat Pompeu Fabra han impulsado en redes sociales un estudio conjunto para analizar el impacto del uso de las mascarillas en la percepción de las emociones a través de la encuesta ¿Eres capaz de reconocer emociones con y sin mascarilla?, un reto que se ha viralizado y en el que ya han participado 21.000 personas.

El equipo de investigación formado por Diana Castilla López (Universitat de València) y Azucena García Palacios, Carlos Suso Ribera (Universitat Jaume I) e Isabel Ortigosa Beltrán (Universitat Pompeu Fabra) estudiará en qué medida la mascarilla disminuye la capacidad de percibir las emociones en los demás.

Para ello han realizado una encuesta en forma de juego que, en menos de cinco minutos, analiza en qué medida la mascarilla es una barrera para percibir las emociones. En él se muestran diversas fotografías de personas con y sin mascarilla y al final muestra el grado de acierto, por lo que cada persona puede ver la diferencia.

El estudio se propone investigar qué emociones se ven más perjudicadas por la privación de visibilidad del rostro completo, y en qué medida esta limitación afecta a la percepción emocional en diferentes edades. «Las emociones nos conectan con el mundo, y están presentes a lo largo de toda nuestra vida, nos dan información de lo que pasa alrededor y nos indican cómo actuar. La emoción es un factor imprescindible para la interacción social. Para reconocer las emociones utilizamos distintas fuentes, pero una de ellas es la expresión de la cara. Esto nos llevó a preguntarnos si el uso prolongado de mascarilla podría alterar la percepción emocional», destaca Diana Castilla, investigadora principal de este estudio y profesora en la Universitat de València.

Azucena García Palacios, directora de Labpsitec en la Universitat Jaume I, desde donde se ha impulsado este estudio, señala que en el estudio «han participado muchos adultos, pero nos gustaría obtener más datos de los más pequeños (4-12 años), ya que los datos preliminares parecen muy interesantes».

El estudio está dirigido a toda la población a partir de los 4 años y hasta los 99, aunque los menores deben realizarlo en compañía de sus padres. 

Enlace para participar en el estudio.

Fuente: UJI