La Unidad de Divulgación Científica y Ciencia Ciudadana de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) ha repartido más de medio centenar de kits en centros de toda la provincia que participarán en la recogida de muestras del proyecto Vigilantes del suelo, una iniciativa de ciencia ciudadana de la Fundación Ibercivis y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, de la que la Universitat Jaume I se convierte en embajadora de nuevo en el territorio castellonense.
El personal de la Unidad de Divulgación Científica y Ciencia Ciudadana, coordinado por el profesor Lluís Martínez, ha repartido durante los meses de diciembre y enero los kits de trabajo, integrados por agua oxigenada, un cilindro, un mazo, una pala y tres indicadores de pH, en centros de Burriana, Borriol, Onda, Sagunto, Castelló de la Plana, Nules, Torreblanca, Benicasim, Segorbe, Benicarló, L’Alcora, Almassora, Atzeneta, Villafranca, Betxí y Vila-real, muchos de los cuales han participado en un taller explicativo celebrado a la UJI en la tarde de ayer con personal de Ibercivis.
Durante el taller, los participantes han podido conocer la importancia de conservar y mantener la salud del suelo para un futuro sostenible. Se ha repasado el procedimiento para la recogida de muestras y cómo compartir los datos recogidos para su posterior análisis. Esta es la segunda vez que la Universitat Jaume I de Castellón hace de embajadora de la Fundación Ibercivis en un proyecto de ciencia ciudadana. En la primera, los participantes estudiaron la calidad del aire de su entorno a través del cuidado durante tres meses de una planta de fresa, en concreto, la presencia de metales pesados en sus hojas, algunas de las cuales fueron enviadas para su análisis.
Ciencia Ciudadana
El suelo es una mezcla de minerales, aire, agua y materia orgánica, uno de los recursos naturales más dinámicos e importantes del planeta. Disfruta de buena salud cuando es capaz de funcionar como un ecosistema vivo que mantiene plantas, animales y seres humanos y aumenta su resistencia al cambio climático. El proyecto Vigilantes del suelo quiere conocer la salud del suelo de España y por eso necesita de la ciudadanía para recoger muestras de toda la geografía española.
Los participantes en el proyecto se encargarán de recoger muestras de suelo de su entorno, que también analizarán para conocer su estado de salud. Los indicadores para su diagnóstico son su índice de cobertura, la compactación, la capacidad de infiltración de agua, el pH, la diversidad de macrofauna y la presencia de gusanos de tierra y de materia orgánica. Los resultados obtenidos en cada zona geográfica servirán para elaborar un mapa nacional.
El proyecto ha abierto la participación a los centros educativos a partir de educación secundaria pero también ha previsto la recolección de datos en zonas rurales y busca la participación de un público adulto, incluso personas de la tercera edad. Cuenta con una App, Geonity, que permite incluir los resultados obtenidos y geoposicionar el lugar analizado.
Los datos recopilados contribuirán a la creación de un mapa nacional que mostrará la salud del suelo en España, y que estará al alcance de todos. Este mapa aportará datos no solo a la comunidad científica, sino también a la propia ciudadanía. De este modo, el proyecto cumplirá su objetivo de empoderar a la ciudadanía hacia una mayor participación en la toma de decisiones sociales y políticas más sostenibles en sus entornos de vida.
Vigilantes del suelo está coordinado por la Fundación Ibercivis y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), y cuenta con la colaboración de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación. Ibercivis aporta su experiencia en proyectos de ciencia ciudadana, asegurando una participación activa con impacto social, y el CITA dirige la parte científica, desarrollando la metodología y llevando a cabo el análisis de los resultados. Y permite que trabajen juntas para concienciar sobre la importancia del suelo: un recurso natural, no renovable, esencial para la vida en la Tierra y a menudo subestimado.
Fuente: UJI