La Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, financia el desarrollo de un proyecto para detectar, identificar, cuantificar y caracterizar los contaminantes emergentes, presentes en las aguas residuales de la ciudad de València, tales como fármacos y otras sustancias químicas y materiales potencialmente peligrosos para la salud humana y el medio ambiente.
Este novedoso sistema de análisis y control de la red de saneamiento, a partir de técnicas epidemiológicas similares a las que ya se emplearon para monitorizar la presencia del virus SARS-COV-2 durante la pandemia, también analizará la evolución de estos compuestos una vez se han sometido a tratamiento dichos caudales de agua. De este modo, se recogerá información valiosa sobre los hábitos y el estilo de vida de la población en diferentes zonas de la ciudad.
Este proyecto estratégico, bautizado como MORESAN, es el resultado de la colaboración del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (IIAMA-UPV), el grupo CALAGUA de la Universitat de València (UV) y las empresas Intercontrol Levante y Sequencing Multiplex.
Además, cuenta con el respaldo económico de la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.
Gracias a esta iniciativa, se obtendrá información relacionada con el consumo de antibióticos y la presencia de otros contaminantes potencialmente peligrosos, como los microplásticos, aplicando las lecciones aprendidas durante la crisis de la COVID-19.
“Con la pandemia se comprobó el potencial de la monitorización de las aguas residuales para evaluar la incidencia y prevalencia del virus en la población. Además, puso de manifiesto la importancia de que una sectorización adecuada en la cuenca establece la relación entre la carga viral medida en las muestras de aguas residuales y los habitantes infectados en la cuenca”, destaca Joaquín Serralta, investigador principal del IIAMA en el proyecto.
“La identificación y selección de los contaminantes emergentes objeto de estudio corresponde a AIMPLAS y se realizará en función de su incidencia y peligrosidad. Entre ellos se encuentran los antibióticos por tratarse de sustancias directamente relacionadas con la presencia de genes resistentes, así como otros contaminantes de interés como los microplásticos o las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS)”, explica María Lorenzo, la investigadora principal de AIMPLAS en el proyecto.
La iniciativa, que ha arrancado este año, contará con la colaboración del Ayuntamiento de València, a través del servicio del Ciclo Integral del Agua, y la EPSAR, lo que permitirá el acceso a puntos de muestreo en la red de alcantarillado y en las EDAR para hacer el seguimiento de estas sustancias y compuestos a lo largo del proceso de depuración. Esta información ayudará a llevar a cabo acciones que minimicen su impacto tanto en el alcantarillado y las EDAR, como en el medio natural.
Desarrollo de modelos predictivos
En la actualidad no existen protocolos estandarizados para el análisis de los contaminantes emergentes en las redes de saneamiento de zonas urbanas. Es más, el proceso de monitorización resulta costoso y los datos obtenidos son difícil de interpretar. Es por ello que el proyecto MORESAN apuesta por el desarrollo de modelos predictivos capaces de estimar la concentración de estos químicos con un menor número de campañas de muestreo, puntos de recogida y número de analíticas a realizar.
“A partir de las muestras tomadas durante las diferentes campañas de muestreo que se efectuarán en la red de saneamiento, el trabajo del grupo BIOMICA del IIAMA y la empresa de secuenciación Seqplexing se centrará principalmente en la preparación, extracción de ADN y ARN y su acondicionamiento para su posterior secuenciación con el objetivo de detectar genes resistentes a los antibióticos”, explican José Luis Alonso, responsable de este grupo de investigación del IIAMA y Carmen Iborra, directora científica de Seqplexing.
Con los resultados obtenidos se generará una base de datos que pondrá en relación los valores de los contaminantes por fecha y localización geográfica, y los parámetros ambientales convencionales como temperatura, caudal, estacionalidad, nivel socioeconómico o presencia de centros sanitarios, entre otros.
Análisis de los factores socioeconómicos
La incorporación de factores socioeconómicos es otro de los aportes novedosos del proyecto, ya que permitirá vincular la presencia de micro contaminantes con aspectos como el tipo de barrio (residencial o comercial), el nivel de ingresos o la distancia entre los puntos de muestreo y hospitales, clínicas u otros lugares de interés, según explica el investigador de CALAGUA, Luis Borrás. Dicha labor será llevada a cabo fundamentalmente por especialistas de este grupo de investigación, conformado por la UV y la UPV.
“Contemplar los factores sociológicos es algo novedoso porque permitirá obtener información adicional sobre los patrones de contaminación en función de las características socioeconómicas de los diferentes barrios y zonas de la ciudad”, concluye José Ferrer, responsable del Grupo CALAGUA-UPV.
Esta iniciativa se alinea con las conclusiones del Comité Estratégico de Innovación Especializado (CIEI) en economía circular, que aboga por el desarrollo de técnicas de reciclado terciario y de tratamientos de depuración más eficientes. Asimismo, MORESAN se enmarca dentro de los pilares de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunitat Valenciana, S3, que coordina la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.
Fuente: IIAMA-UPV