Un equipo de investigadores de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) y la Universitat de València (UV) ha analizado restos humanos del refugio rocoso de Oakhurst, en el extremo sur de África y ha reconstruido los genomas de trece individuos que murieron hace entre 1.300 y 10.000 años, incluido el genoma humano más antiguo procedente del sur del continente africano hasta la fecha. El trabajo se ha publicado en la revista Nature Ecology and Evolution.
“El refugio rocoso de Oakhurst es un sitio ideal para estudiar la historia de la humanidad, ya que contenía más de 40 tumbas humanas y capas conservadas de artefactos humanos, como herramientas de piedra, que se remontan a 12.000 años”, dice Victoria Gibbon, profesora de Antropología Biológica de la Universidad de Ciudad del Cabo y coautora del estudio. “Los sitios como éste son raros en Sudáfrica, y Oakhurst ha permitido una mejor comprensión de los movimientos y las relaciones de la población local en su entorno durante casi 9.000 años”.
“El descifrado del maravilloso patrimonio genético africano ha comenzado. Este y futuros estudios de ADN antiguo en el continente, testigo del primer emerger del ser humano, contribuirán sin lugar a duda a un mayor conocimiento sobre la evolución de la humanidad y qué es lo que nos hace especial a los humanos”, afirma el investigador CIDEGENT, Domingo Carlos Salazar García, de la Universitat de València y autor del estudio.
El ADN antiguo ha proporcionado conocimientos espectaculares sobre la historia humana, particularmente en Europa y Asia, donde los investigadores han reconstruido los genomas de miles de personas. Hasta este estudio se había recuperado menos de dos docenas de genomas antiguos del sur de África (Botswana, Sudáfrica y Zambia), datando los genomas más antiguos a hace unos 2,000 años. Sin embargo, es esta zona existen algunas de las evidencias más antiguas del mundo de humanos anatómicamente modernos.
La secuenciación genética de trece individuos del yacimiento no estuvo exenta de desafíos, explica Stephan Schiffels, también autor del estudio: “Un ADN tan antiguo y mal conservado es bastante difícil de secuenciar, y fueron necesarios varios intentos utilizando diferentes tecnologías y protocolos de laboratorio para extraer y procesar el ADN”. Los genomas representan una serie temporal de hace 10.000 a 1.300 años.
Un hallazgo clave fue que los genomas más antiguos del refugio rocoso de Oakhurst son genéticamente bastante similares a los grupos San y Khoekhoe que viven hoy en la misma región. Esto fue una sorpresa, como afirma Joscha Gretzinger, autor principal del estudio: “Estudios similares realizados en Europa han revelado una historia de cambios genéticos a gran escala debido a los movimientos humanos durante los últimos 10.000 años. Estos nuevos resultados del extremo sur de África son bastante diferentes y sugieren una larga historia de relativa estabilidad genética”. Ello solo cambió hace unos 1.200 años, cuando llegaron personas que introdujeron el pastoreo, la agricultura y nuevos idiomas en la región y comenzaron a interactuar con grupos locales de cazadores-recolectores.
Referencia bibliográfica
Gretzinger, J., Gibbon, V.E., Penske, S.E. et al. 9000 years of genetic continuity in southernmost Africa demonstrated at Oakhurst rockshelter. Nat Ecol Evol (2024). DOI.
Fuente: UV