En el yacimiento de La Alcudia de Elche finalizó septiembre con el cierre de la campaña de excavaciones arqueológicas Damas y héroes. Tras la Ilici ibérica, que dirige Alberto Lorrio, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante (UA), y Héctor Uroz, profesor de la Universidad de Murcia. Durante un mes, el equipo ha intervenido en el llamado el Sector 11, lugar en el que se halló la Dama de Elche en 1897, con el objetivo de aportar información sobre las fases ibéricas más antiguas.
Durante este año los trabajos se han centrado en la recuperación de la muralla, de la que ya se han excavado 28 metros lineales, y en la documentación de los espacios domésticos vinculados a ella, ocho ambientes en total que pueden corresponder a cuatro o cinco casas, según explica Lorrio. El estudio de la muralla ha desvelado su construcción mediante cajones macizos, una técnica de origen oriental que en La Alcudia presenta la singularidad de utilizar diferentes materiales en cada uno de los tramos identificados. “Pensamos que la utilización de cajones distintos para construir la muralla tenía como objetivo darle mayor flexibilidad para soportar los movimientos sísmicos de la zona, lo que se evidencia especialmente por la utilización de mampostería y diferentes técnicas de la llamada arquitectura de tierra, como el adobe o el barro amasado”, asegura el investigador, quien señala que esta forma de construir da mayor solidez “y eso implica su muy buena conservación”.
Asimismo, los trabajos realizados en el yacimiento durante el mes pasado han desvelado que en las viviendas se produjeron, al menos, dos episodios de inundación, registrándose en algunas de ellas niveles de incendio.
“En la próxima campaña, la del 2024, tenemos previsto ejecutar la segunda fase de musealización del sector excavado. En concreto queremos poner en valor la muralla y el urbanismo anexo, pero también la acequia de época contemporánea que recorre el sector, de la que se conservan incluso los partidores, que ilustra la historia más reciente de La Alcudia, de manera que el visitante pueda comprender los restos identificados”, señala el catedrático.
Los trabajos realizados entre 2017 y 2023, dirigidos inicialmente por José Uroz, catedrático de Historia Antigua de la UA, han ido sacando a la luz los restos materiales de las fases ibéricas más antiguas de La Alcudia, de en torno al siglo V a. C. El hallazgo de la muralla y de los restos urbanos adosados, constituye una novedad de gran relevancia pues ha permitido, por primera vez, conocer el contexto arqueológico de la Dama de Elche.
Este año el equipo multidisciplinar que ha tomado parte en las excavaciones lo conformaban una veintena de doctorandos y estudiantes de la Universidad de Alicante y la de Murcia y expertos colaboradores como el catedrático de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la UA Juan Carlos Cañaveras y el conservador del Museo de Prehistoria de València Carlos Ferrer, entre otros. Además, hay que destacar el trabajo realizado por los tres obreros de La Alcudia que son contratados gracias al convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Elche.
Domus
El equipo del proyecto Domus-La Alcudia tomará el relevo de las excavaciones en La Alcudia a finales de este mes de octubre. Conformado por investigadores del INAPH (Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico) de la Universidad de Alicante, de la Universidad de Murcia y del CSIC (Centro Superior de Investigaciones científicas), Domus-La Alcudia tiene como finalidad documentar la historia del asentamiento, desde su nacimiento a nuestros días.
Con el objetivo de saber cómo se va transformando la ciudad en los diferentes periodos”, el equipo dirigido por Sonia Gutiérrez, catedrática de Arqueología de la UA y los profesores Julia Sarabia, Victoria Amorós y Jesús Moratalla, todos ellos del área de Arqueología de la Universidad de Alicante, se ha marcado tres objetivos para esta campaña: documentar la antigüedad del asentamiento ibérico doméstico sobre el que se construyó una importante estructura durante las guerras púnicas; excavar en extensión las fases finales del yacimiento correspondientes a las épocas romana, visigoda e islámica; y dar a conocer lo descubierto para que se pueda observar y visitar la secuencia histórica del asentamiento en toda su diacronía, desde el siglo IV a. de C. hasta el IX d. de C.
Fuente: UA