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Describen el origen de la epidemia de esquistosomiasis urogenital en Europa

Santiago Mas-Coma, catedrático de Parasitología de la Universitat de Valencia, en la ONUUna investigación internacional coordinada por Santiago Mas-Coma, miembro experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para enfermedades parasitarias tropicales y catedrático de Parasitología de la Universitat de València (UV), ha descrito el origen de la epidemia de esquistosomiasis urogenital en Europa, así como las características de su agente causal. El estudio se ha publicado en la revista Lancet Infectious Diseases y se ha desarrollado con centros multidisciplinares de Francia, España, Reino Unido y Bélgica.

El trabajo coordinado por el también director del Centro Colaborador de la OMS y del Centro de Referencia de FAO/Naciones Unidas adscritos a la Universitat de València forma parte de sus responsabilidades como coordinador general del Comité de Respuesta Rápida a Amenazas por Enfermedades Parasitarias de la Federación Europea de Parasitología.

La esquistosomiasis (Schistosomiasis) es una enfermedad parasitaria causada por duelas, un tipo de vermes (helmintos del grupo de los trematodos) que se desarrollan dentro del sistema circulatorio humano y que es transmitida por caracoles de agua dulce. Es una de las enfermedades infecciosas más importantes de la humanidad debido a su gran morbilidad y al elevado número de personas infectadas en el mundo (más de 200 millones, de los que el 85% están en el África subsahariana).

El artículo, Outbreak of urogenital schistosomiasis in Corsica (France): an epidemiological case study, demuestra la existencia en pacientes europeos de tres cepas diferentes del agente infeccioso, Schistosoma haematobium propio de humanos; Schistosoma bovis propio del ganado; y un híbrido de ambos. Los estudios indican una introducción de todos ellos en Córcega a partir de Senegal.

El profesor Mas-Coma destaca la importancia de ambos aspectos, por cuanto “la detección del Schistosoma híbrido representa un toque de atención, ya que una eventual adaptación al ganado europeo vendría a representar una gran complicación para las medidas de control de esta enfermedad en Europa”. La esquistosomiasis urogenital, de gran importancia patológica por su capacidad de producir cáncer en la vejiga urinaria, siempre se había considerado específica de humanos, esto es, incapaz de desarrollarse en animales y por tanto sin reservorios en su transmisión.

En el foco de introducción de la isla mediterránea de Córcega se han infectado muchos turistas franceses, alemanes e italianos, además de autóctonos de la isla, en una epidemia que se inició el año 2011, no se diagnosticó adecuadamente hasta mediados de 2014, y continuó hasta el verano de 2015, cuando se produjeron los últimos casos detectados, según el investigador valenciano. “Haber esclarecido el origen geográfico de la introducción resulta crucial, ya que nos permite tomar las medidas oportunas para evitar que la situación vuelva a repetirse”, añade Mas-Coma.

El catedrático de la Universitat de València destaca las características de la introducción de una enfermedad de transmisión vectorial y de características zoonóticas por el origen animal del agente híbrido. “Si analizamos las epidemias de los últimos años, incluyendo las expansiones epidémicas actuales de dengue, chikungunya y zika, así como ésta de schistosomiasis y las de fascioliasis actuales en Asia, todas ellas comparten ambas características. El ébola y los virus gripales aviares y porcino son también zoonóticos, si bien de transmisión sin intervención de ningún vector. Es evidente, pues, que estamos ante epidemias en las que fenómenos como la globalización y el cambio climático están jugando un papel trascendental”, ha indicado Santiago Mas-Coma.

El director del Centro de Referencia de FAO/Naciones Unidas adscrito a la Universitat de València resalta la rapidez con que se ha actuado desde el momento en que se identificó por primera vez la infección de un paciente por Schistosoma en Europa en 2014, y la disposición inmediata de los centros de España, Reino Unido y Bélgica de colaborar con Francia en esta iniciativa, incluso sin contar con fondos para este objetivo concreto.

Esta ausencia de financiación por los distintos organismos es un aspecto a destacar cuando comparamos con la situación actual del zika en que varios organismos internacionales han respondido aportando fondos de investigación de manera inmediata. “Nos queda un camino aún por recorrer, pero es evidente que de lo sucedido con el ébola hemos aprendido todos”, finaliza Mas-Coma.

“La iniciativa conjunta europea continúa, puesto que es necesario analizar cuáles son las zonas en el Sur de Europa a través de las cuales esta enfermedad puede volver a introducirse dada la presencia de los caracoles vectores transmisores y las características medioambientales, climáticas y de inmigración adecuadas”, según el experto.

En España la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET) del Ministerio de Sanidad es quien lidera los estudios multidisciplinares sobre el tema. En ella, el Centro de OMS y FAO/UN de la Universitat es el centro experto en la Comunitat Valenciana. Estos trabajos se están llevando a cabo, además, en colaboración con la Sede Central de la OMS en Ginebra y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estocolmo.

Referencia bibliográfica

Boissier J. et al. Outbreak of urogenital schistosomiasis in Corsica (France): an epidemiological case study. Lancet Infectious Diseases, published online May 16, 2016. dx.doi.org/10.1016/S1473-3099(16)00175-4.

Fuente: UV