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Desciende la conflictividad en los centros de Educación Secundaria de Valencia

Inmaculada HernandoUna tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» (UCV) por la profesora Inmaculada Hernando ha demostrado que la conflictividad en los centros escolares de Educación Secundaria de la ciudad de Valencia ha descendido, según han indicado a la agencia AVAN fuentes de la UCV.

La tesis incluye un estudio comparativo, en el que han participaron cerca de 300 profesores y directores de 25 centros públicos y concertados de Educación Secundaria, así como más de 700 estudiantes de 3º de ESO, en el curso 2011-12 y se han contrastado con los resultados del mismo test, elaborado originalmente por los catedráticos de la Universitat de València, Juan Escámez y Rafaela García, distribuido en centros públicos en el curso 1998-99.

El conflicto más frecuente continúa siendo la violencia verbal según el 82,7 por ciento de los docentes, en lo que coinciden también la mayoría de directores y jefes de estudio de los centros. Así, «los insultos entre estudiantes, junto con el fracaso escolar y la apatía del alumnado» son los problemas más importantes para este último colectivo; de hecho, este tipo de conflicto ha aumentado «considerablemente» con respecto al primer estudio.

Del estudio realizado en la tesis doctoral se desprende, además, que solo un 10,5% de los profesores afirma que las agresiones a profesores son un problema serio. Los docentes atribuyen, por otro lado, la conflictividad a causas ajenas al entorno escolar; en concreto, a la crisis de valores (57%), a la situación familiar del alumno conflictivo (49%), y a la falta de interés y motivación de los estudiantes (41%).

Falta de preparación frente a los conflictos

En los resultados obtenidos por Hernando se observa, que un 20% de los profesores reconoce no estar lo suficientemente preparado para gestionar los conflictos, y un 34% que el profesorado necesita de formación para afrontarlos.

En cambio, los alumnos que reconocen que el clima no es agradable lo atribuyen, en parte, a una relación negativa con el profesorado.

Por otro lado, la investigación de Hernando apunta a que el número de repetidores es mayor entre los alumnos que entre las alumnas, circunstancia que también «aumenta en casos como el de estudiantes que pertenecen a familias desestructuradas». Asimismo, la falta de supervisión parental «parece ser un predictor del absentismo, ya que entre aquellos alumnos que no viven con sus familiares directos, este se multiplica por diez», aduce la profesora valenciana.

Para contribuir a la erradicación de la violencia en los centros de Secundaria Hernando propone, entre otras medidas, «potenciar la formación específica en técnicas de resolución de conflictos para el profesorado». De igual modo, subraya la necesidad de actuar «con coherencia» en la aplicación de las normas y asegurar un mayor conocimiento de las mismas por parte del alumnado: «Esto podría mejorar la opinión de los alumnos respecto a sus profesores, ya que el 45% los considera demasiado duros y el 25% que castigan sin razón».

Una vigilancia global

La docente valenciana apuesta en su tesis por aumentar el número de profesores que vigila los descansos, y, sobre todo, por la realización de una vigilancia «global», no enfocada, simplemente, a detectar peleas: «Se debe observar qué tipos de grupos se crean o si, por ejemplo, existen alumnos que puedan estar sufrir aislamiento social».

Los responsables de centros escolares han de realizar sus propios estudios internos para analizar la convivencia en sus centros, desarrollar un plan de convivencia adecuado a su realidad y elaborado por todo el claustro, «conocido y reconocido y revisado anualmente». En este plan se debe designar, además, a una persona formada como responsable de la convivencia en el centro.

«Es muy importante conocer a la persona humana que hay detrás de cada alumno. Esto facilitará la comunicación, ayudará a mejorar la autoestima del alumno y permitirá al profesor conocer si su nivel de autoestima es bajo, lo que los puede convertir en víctimas o agresores», ha aseverado.

Hernando ha señalado también como claves para el descenso de la conflictividad el rechazo de la violencia verbal del mismo modo que se hace con la física, la mejora de las habilidades «de comunicación y de socialización» -tanto de los profesores como de los alumnos-, la creación por parte del docente de un clima de confianza con sus alumnos, así como el aumento de la implicación de los padres en la vida escolar.

Fuente: AVAN