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Desarrollan una metodología para definir reglas de operación en los embalses del Júcar

Embalse AlarcónEl IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València) ha desarrollado una metodología para definir reglas de operación en los embalses del Júcar, basadas en el conocimiento experto de los gestores.

Esta investigación, que acaba de ser publicada en la prestigiosa revista científica Journal of Water Resources Planning and Management de la ASCE (American Society of Civil Engineers), forma parte de la tesis doctoral de Héctor Macián Sorribes, que está siendo dirigida por el subdirector del instituto valenciano, Manuel Pulido.

El estudio se ha centrado en reproducir las reglas de operación y el proceso de toma de decisiones, para el sistema Júcar durante la temporada de riego. En él, se incluye la predicción de los caudales futuros durante el periodo, el análisis de la situación actual del sistema y el consiguiente proceso de toma de decisiones, para determinar las sueltas de los embalses principales del sistema: Alarcón, Contreras y Tous.

Por ello, el investigador del IIAMA, Héctor Macián, ha analizado la información y los criterios con los que los gestores de los embalses y de la Oficina de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Júcar, toman estas decisiones. De este modo, se ha desarrollado un nuevo modelo de apoyo a la decisión, elaborado a través de la colaboración con los usuarios del sistema.

“No solamente hemos contemplado la parte de aportaciones, el agua que enviamos o las previsiones de lluvias, sino que hemos utilizado la metodología de la lógica difusa, que tiene en cuenta la incertidumbre y permite incorporar el criterio de los expertos”, afirma Héctor Macián.

En este sentido, el profesor Manuel Pulido, señala que se han configurado diferentes modelos que han sido muy bien valorados desde la Oficina de Explotación ya que “no solo te ofrece una decisión única, sino que te indica qué podría ocurrir en el sistema en función de qué decisión se tome. De este modo, los gestores pueden saber inmediatamente, qué alternativas son las más prometedoras y evaluar el impacto de cada decisión posible».

La experiencia del gestor como valor añadido

La técnica desarrollada estima las aportaciones durante la temporada de riego (entre mayo y septiembre), considerando el margen de incertidumbre, y en base a diversos indicadores determina posibles actuaciones. De hecho, Héctor Macián, resalta que el valor añadido del estudio “es que se tiene en cuenta la experiencia del gestor de cuenca que se sistematiza mediante la lógica difusa”.

Asimismo, destaca que el modelo ha sido configurado conjuntamente con las partes implicadas, “con el objetivo de recoger las principales variables de interés, criterios y exigencias de los técnicos de la Confederación”.

Por este motivo, Manuel Pulido sostiene que con esta metodología “se ha unificado los procesos de predicción de aportaciones y una previsión de sueltas de agua en una única herramienta, estandarizando el criterio para que sea uniforme y pueda aplicarse empleando otros escenarios que se deseen evaluar”.

Fuente: IIAMA-UPV