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Desarrollan un modelo que minimiza el impacto de las incidencias en los sistemas de conducción simples de la red hidráulica

Un estudio becado por la Cátedra Aguas de Valencia ha desarrollado un modelo de cálculo que ayuda a los gestores del ciclo integral del agua a minimizar el impacto de incidencias en los sistemas de conducción simples de la red hidráulica y de este modo, mejorar la calidad del servicio ofrecido a los usuarios, reducir los costes de operación y realizar un uso más eficiente de los recursos hídricos.

Este es el principal resultado obtenido por David Eduardo Grisales en su Trabajo Final de Máster Módulo de cálculo para el posicionamiento, el dimensionamiento y la selección de ventosas y desagües en redes de abastecimiento, dirigido por el profesor de la Universitat Politècnica de València, Jorge García Serra y el técnico de Global Omnium, Román Ponz Carcelén.  

Concretamente, el trabajo mejora el conocimiento sobre la correcta ubicación, el adecuado dimensionamiento, la precisa selección y la buena instalación de las ventosas y los desagües del sistema de conducción. 

“Las operaciones de llenado y vaciado, el aire disuelto bajo condiciones normales de operación de una conducción o las roturas, crean bolsas de aire que producen problemas críticos a lo largo de la conducción y son capaces de generar daños o fatigas en la tubería y en los accesorios. El control de dichos fenómenos es un reto para los gestores del ciclo integral del agua. En la actualidad, para contrarrestar su impacto se emplean ventosas, válvulas de llenado y desagües”, asevera el autor principal del trabajo, David Eduardo Grisales.

El modelo desarrollado por David Eduardo Grisales permite al gestor conocer algunas soluciones y articular acciones que minimicen el impacto de las operaciones anteriormente mencionadas.   

“El modelo, que de momento sólo es aplicable a conducciones simples, ayuda a proteger la conducción ante los eventos que se pueden producir en operaciones normales de funcionamiento o en operaciones de llenado y vaciado de las tuberías, así como en caso de rotura de la conducción”, resalta el estudiante becado por la Cátedra Aguas de Valencia.

Trabajo y características del modelo desarrollado

En primer lugar, y basado en la información suministrada por el usuario, el programa ubica de manera adecuada las válvulas de aire (purgadores), las válvulas de aire/vacío (ventosas bifuncionales), las válvulas combinadas (ventosas trifuncionales) y los desagües.

“Es necesario mencionar que el posicionamiento adecuado de las ventosas y los desagües es tan importante como la dimensión adecuada, ya que su incorrecta ubicación puede disminuir la eficacia del elemento y que este no realice su función de manera correcta”, explica David Eduardo Grisales.

En segundo lugar, el modelo dimensiona y presenta los resultados del funcionamiento de los elementos en diferentes circunstancias, para finalmente ofrecer la posibilidad de seleccionar dichos elementos según una caracterización previa de ventosas comerciales y válvulas de vaciado con su capacidad real de funcionamiento.

De hecho, al aplicar el modelo sobre un caso piloto los resultados determinan la posición automática de las válvulas de desagüe, la posición y el tipo de ventosas adecuadas. Posterior a la fase de posicionamiento, el programa cuenta con la fase de cálculo que permite observar las posibles situaciones a las que se expone una conducción en su funcionamiento real como es el vaciado, llenado, rotura y condiciones normales de funcionamiento.

La última fase del programa es la selección. En dicha fase el programa dimensiona las ventosas basado en la presión diferencial, el límite de depresión y el cálculo previo de los caudales admitidos y expulsados de las ventosas.

Fuente: Cátedra Aguas de Valencia