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Cuatro proyectos de la UPV, seleccionados por la GVA para apoyar la prevención y gestión de la pandemia del coronavirus

Cuatro proyectos de investigación de la Universitat Politècnica de València (UPV) han sido seleccionados por la Generalitat Valenciana (GVA) para su aplicación en la lucha contra el coronavirus, según han dado a conocer hoy el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig y la Consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Socicedad Digital, Carolina Pascual.

La llamada al sistema valenciano de innovación e investigación impulsada por la Generalitat para apoyar la prevención y gestión de la pandemia ha contado con cerca de 300 iniciativas, presentadas por empresas, organismos científicos e investigadores de toda la Comunitat Valenciana. De todos estos proyectos, la Generalitat ha seleccionado 41. La Universitat Politècnica de València es la que más propuestas seleccionadas ha tenido.

Los proyectos UPV que recibirán la financiación de la Generalitat son AIRE-19, el nuevo sistema de ventilación para pacientes con COVID-19, desarrollado conjuntamente con el Instituto de Biomecánica de València y el Instituto Tecnológico AIDIMME; un prototipo de robot para desinfectar mediante luz ultravioleta habitaciones y otros espacios, como autobuses o vagones de metro; biosensores de bajo coste y alta sensibilidad para determinar niveles de virus en sangre; y una propuesta de uso de drones para transportar material sanitario, muestras biológicas o cualquier otro tipo de mercancía que se requiera en esta coyuntura.

“Se trata de cuatro proyectos muy innovadores, muy asociados al ADN de la Universitat Politècnica de València. Desde el inicio de la pandemia el comportamiento de la comunidad universitaria ha sido ejemplar, en todos los ámbitos y, por supuesto, en el de la I+D. Estos cuatro proyectos son un ejemplo del compromiso y potencial de nuestra universidad en la lucha contra la COVID-19”, destaca el rector de la UPV, Francisco Mora.

AIRE-19

AIRE-19 es un sistema de ventilación para pacientes con COVID-19 en estado crítico y ha sido desarrollado conjuntamente por la Universitat Politècnica de València, el Instituto de Biomecánica de València (IBV) y el Instituto Tecnológico AIDIMME. Según explica Javier Saiz, director del Centro de Investigación e Innovación en Bioingeniería (Ci2B) de la Universitat Politècnica de València y coordinador del proyecto, el sistema es capaz de suministrar el volumen de aire requerido para cada paciente, dispone de una serie de alarmas para su adecuado control y es muy fácil de manejar gracias a su pantalla táctil. “Ha demostrado ya su eficacia en un pulmón artificial y en un ensayo animal y ha superado los test de compatibilidad electromagnética y seguridad eléctrica“, apunta Javier Saiz.

Robot para desinfección con luz ultravioleta

Automatizar y acelerar la desinfección de espacios mediante luz ultravioleta. Este es el objetivo del robot ideado por el Instituto de Automática e Informática Industrial (ai2) de la UPV. “Se trata de un robot teleoperado que permitiría la limpieza de áreas amplias de forma más eficiente. Está ideado para la limpieza de habitaciones, pero se puede adaptar también a otros entornos y espacios que necesitarán soluciones eficientes, rápidas y seguras de higienización, como por ejemplo, el transporte público“, apunta Francisco Blanes, director del Instituto ai2 de la UPV. Además, el diseño inicial se podrá dotar de mayor autonomía y versatilidad mediante la incorporación de sistemas de visión artificial y sistemas de control que hagan uso de los mismos.

Drones para repartir material

El tercero de los proyectos está coordinado por el profesor Israel Quintanilla, presidente de la comisión de drones COSIDANT de la Universitat Politècnica de València. En él presenta una propuesta de aplicaciones de drones como sistema de transporte de material sanitario, muestras biológicas o cualquier otro tipo de mercancía que se necesite. “El objetivo es realizar un análisis operativo de seguridad, qué tipo de aeronaves son las más adecuadas para el transporte en función de la distancias, optimización de trayectorias entre nodos de conectividad y la realización de las correspondientes pruebas pilotos para la viabilidad del sistema“, apunta Israel Quintanilla.

Biosensores

Este proyecto propone el uso de dos sistemas de biosensores para la detección de SARS-CoV-2, que se han aplicado ya para la detección de alergias a antibióticos B-lactámicos y de lupus.

El primero de los sistemas es capaz de procesar hasta seis muestras diferentes a la vez. Se basa en el uso de tecnologías de disco compacto y ayudaría a determinar niveles de virus en sangre al mismo tiempo que los niveles de las inmunoglobulinas específicas IgGs e IgMs.“A ello hay que sumarle otros indicadores, como el de gripe común, lo que permitiría obtener en un solo ensayo la información que ahora requiere de tres tests“, destaca Ángel Maquieira, investigador del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) de la UPV.  El segundo se basa en microbalanzas de cristal de cuarzo capaces de medir los cambios de viscoelasticidad. “Ya ha sido aplicado para la detección precoz de lupus eritematoso sistémico, con niveles de sensibilidad muy altos. Si se confirma nuestra hipótesis, podremos determinar niveles de virus directamente en sangre; el sistema podría dar información sobre el grado de infección en los primeros días del contagio con Covid-19“, concluye Ángel Maquieira.

Evaluadas por un grupo de expertos de reconocido prestigio nacional

Los casi 300 proyectos presentados a la Generalitat han sido evaluados por un grupo de expertos externos a la Comunidad Valenciana, entre los que se encuentran especialistas en inmunología, epidemiología, neumología y biotecnología, adscritos a los hospitales Vall d‘Hebron, Clinic de Barcelona, 12 de Ocubre de Madrid, Ramón y Cajal e Instituto de Salud Carlos III. A este grupo hay que añadir especialistas en bioestadística, bioinformática, ingeniería biomédica y especialistas en Inteligencia Artificial, pertenecientes a la Universidad Carlos III, Universidad Pompeu Fabra, Universidad Complutense de Madrid y Universidad de Cantabria. Y por último, un grupo de especialistas de la asociación española de evaluadores de material y tecnología sanitaria.

Fuente: UPV