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Un centenar de expertos reclaman soluciones globales a la sobreexplotación de las aguas subterráneas

“Necesitamos pensar globalmente sobre las aguas subterráneas, un recurso invisible pero estratégico para las generaciones actuales y futuras, para garantizar su sostenibilidad en el largo plazo”. Esta es una de la conclusiones de la conferencia CHAPMAN de la AGU (American Geophysical Union), que en esta edición tenía como temática principal Quest for Sustainability of Heavily Stressed Aquifers at Regional to Global Scales.

El evento, que reunió a los más prestigiosos expertos internacionales en el ámbito de la Hidrogeología, fue organizado por el responsable del grupo de Hidrogeología del IIAMA-UPV, Jaime Gómez Hernández y el profesor de la University of Kansas, Jim Butler.

Durante cuatro días, la comunidad científica abordó la sostenibilidad ambiental de los acuíferos tratando diversos ejemplos de sobreexplotación a escala regional, nuevos modelos que permiten determinar la cantidad de agua disponible a través de la información proporcionada por satélites, casos de éxito de recuperación o las perspectivas futuras hacía donde se dirige este ámbito de estudio.

“Las aguas subterráneas son una fuente de recursos hídricos muy importante y es en este momento, que parecen erigirse como alternativa ante la escasez de agua inducida por el impacto del cambio climático, cuando se deben promulgar toda una serie de principios que rijan su uso y explotación”, indica el investigador del IIAMA.

El acuífero de La Mancha Oriental: un caso de buenas prácticas

Durante la conferencia, Jaime Gómez presentó el estudio titulado Reversing trends on water decline at the La Mancha Oriental Aquifer system (Spain), considerado como caso de éxito en la recuperación de un acuífero que estaba siendo explotado a un ritmo no sostenible.

«El acuífero de La Mancha Oriental es un caso paradigmático, ya que en los años 60 el Instituto Nacional de Colonización lo descubrió en la parte alta de la cuenca del río Júcar y durante décadas se sobreexplotó sin un control suficiente que evitara el descenso continuado de sus reservas”, indicó el Dr. Gómez-Hernández. Tal fue la sobreexplotación que el río Júcar -cuyas aguas provienen de este acuífero en buena parte de su recorrido-, se secó por primera vez en la historia reciente durante la sequía de los años 90 del siglo pasado. Por ello, a raíz de este suceso se promulgaron toda una serie de iniciativas y acciones que permitieron mejorar su estado, tal y como explicó el investigador del IIAMA durante la conferencia.

“En 1994 se constituyó la Junta de la Comunidad de Regantes de la Mancha Oriental, que elaboró su primer Plan de Explotación para la campaña de 1995 en el que por primera vez en España una organización de regantes se imponía restricciones al uso del agua subterránea. Además, en 1998, el Plan Hidrológico del Júcar hizo la primera asignación de recursos subterráneos. También se crearon casi 1500 unidades de gestión que permiten regularizar el aprovechamiento de los recursos, se promovió la primera Oferta Pública de Adquisición de Derechos de Agua en 2006 que cristalizó en la compra de derechos para las campañas de 2007 y 2008, y se realizaron cambios de cultivos por aquellos que tienen menor demanda hídrica”, señaló el responsable del grupo de Hidrogeología del IIAMA.

De hecho, el profesor de la UPV resaltó que en el proceso de planificación participaron los diferentes agentes y usuarios de la cuenca, y donde el grupo de Hidrogeología del IIAMA tuvo un papel destacado “al desarrollar modelos numéricos que permitieron analizar el impacto de las distintas medidas sobre el estado del acuífero y así poder adoptar las más convenientes”, concluyó el Dr. Gómez Hernández.

Fuente: IIAMA UPV