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Proponen mejoras en el consentimiento informado del paciente estético para favorecer su autonomía

El profesor de la CEU-UCH Emilio García Sánchez, con miembros del comité organizador del 32º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Estética, que ha clausurado.El profesor de Bioética en Ciencias de la Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH), Emilio García Sánchez, ha sido invitado a impartir la conferencia de clausura del 32º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Estética, celebrado en Málaga el pasado fin de semana. El profesor García Sánchez, cuyas investigaciones se centran en el estudio de la vulnerabilidad de los pacientes estéticos, ha presentado en este congreso nacional su propuesta de mejora del proceso del consentimiento informado entre médico y paciente en la medicina estética, basada en cinco elementos clave que el médico debe incluir en su comunicación con estos pacientes.

Según destaca el profesor García Sánchez, diversos estudios realizados con pacientes que se han sometido a tratamientos estéticos han puesto de manifiesto que una adecuada, completa y ética comunicación entre el médico y los pacientes fortalece la autonomía de estos, así como su madurez y seguridad en la decisión final respecto al tratamiento estético. “En la clausura del Congreso nacional de la profesión médica estética de este año, he propuesto algunas medidas de mejora en la comunicación entre el paciente y el médico durante la consulta estética. El objetivo es lograr que el proceso comunicativo que se lleva a cabo se ajuste a lo que se denomina ‘toma de decisiones informadas’, para que el paciente se sienta más involucrado en ella”.

Cinco claves, una mejor decisión

Para responsabilizar más al paciente estético en la toma de decisiones, el profesor García Sánchez ha planteado en el 32º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Estética las siguientes medidas clave que el médico debería de tener en cuenta:

  • Ayudar a los pacientes a que sean realistas con lo que desean, interpretando conjunta y adecuadamente las emociones que le han conducido a querer someterse a una intervención.
  • Conseguir que el motivo “quiero sentirme bien conmigo mismo” no se reduzca a un simple deseo superficial y precipitado, sino ayudar a que se convierta en un valor personal maduro. Reforzar la autoestima como criterio médico en la medicina estética.
  • Ofrecer al paciente todas las intervenciones y alternativas posibles a la cirugía o al tratamiento deseado, incluidas las no quirúrgicas y también la “desconcertante” alternativa de “ningún tratamiento en absoluto”.
  • Valorar con el paciente la eficacia de que se involucre algún familiar cercano en la toma de decisiones.
  • Acordar con algunos pacientes la pertinencia de solicitar una segunda opinión médica y, en los casos dudosos, acordar también con ellos, previa comunicación pausada, la eficacia y seguridad de solicitar informe psicológico para la toma final de la decisión.

El profesor de la CEU-UCH considera que, actualmente, el proceso de la toma de decisiones compartidas e informadas se ha convertido en la mejor estrategia de atención al paciente en las consultas de medicina estética y de otras áreas, aunque desafortunadamente se está aplicando lentamente: “Si tenemos en cuenta que lo que está en juego es la salud del paciente, resulta más fácil que el médico estético tenga conciencia de ese objetivo, si lleva a cabo este proceso de atención preoperatoria. Estoy convencido de que podrían reducirse algunas decisiones tomadas inadecuadamente si se sigue esta estrategia médica de carácter informativo, que he presentado en el 32º Congreso de la SEME. Sin duda, permitirían perfeccionar el consentimiento informado y por la tanto la autonomía de los pacientes”.

El trabajo de investigación del profesor García-Sánchez en este campo de los nuevos “vulnerables cosméticos”, que ha desarrollado en parte como investigador invitado en el Kennedy Institute of Ethics de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), le han hecho merecedor este año del Premio Ángel Herrera a la investigación en el área de Humanidades.

Fuente: CEU-UCH