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La UPV trabaja en un nuevo sistema de Realidad Virtual para la mejora del bienestar psicológico durante el confinamiento

Hace ahora diez años, un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) participó en el desarrollo de una aplicación de Realidad Virtual (RV) para el programa internacional Mars500, promovido por la Agencia Espacial Europea y el Instituto de Problemas Médicos y Biológicos, dependiente de la Academia de Ciencias de Rusia. Durante 520 días seis astronautas participaron en la primera simulación en tiempo real de una misión tripulada a Marte.

Los seis miembros de su tripulación permanecieron aislados en el interior de unos módulos que simulaban una nave espacial interplanetaria y lo hicieron acompañados de tecnología valenciana, de la aplicación en cuyo desarrollo participaron investigadores del Laboratorio de Neurotecnologías Inmersivas (LabLENI) del Instituto de Investigación e Innovación en Bioingeniería (I3B) de la UPV –junto a un equipo de la Universitat de València y la Universitat Jaume I de Castelló. Esta aplicación les ayudó a hacer frente a las exigencias psicológicas derivadas del aislamiento.

Partiendo de aquel proyecto, el equipo del LabLENI de la UPV trabaja en su “actualización” y han ideado un nuevo sistema para la mejora del bienestar psicológico de la población durante estas semanas de confinamiento en nuestros hogares. “La realidad virtual es un gran aliado para este tipo de situaciones y puede contribuir a paliar las situaciones de ansiedad, las posibilidades de conflicto o estrés que pueden llegar a surgir estos días”, explica Mariano Alcañiz, director del LabLENI-I3B de la Universitat Politècnica de València.

El sistema ideado en los laboratorios del LabLeni se basa en la línea de investigación de “entornos virtuales inteligentes”, que persigue mejorar notablemente las capacidades de los actuales sistemas de Realidad Virtual mediante la incorporación de técnicas de Inteligencia Artificial (IA). Entre las mejoras planteadas cabe señalar la capacidad de convertir vídeos en tiempo real en ambientes inmersivos, lo que se conoce como immersive streaming o la posibilidad de interactuar y navegar por los entornos virtuales mediante comandos de voz.

Además, un aspecto crucial del sistema es su capacidad de “inteligencia emocional”. Gracias a ella, el sistema va a ser capaz de detectar el estado emocional del usuario a través de la interacción del mismo con el mundo virtual y sin el uso de sensores. Dicha detección va a permitir modificar elementos del entorno virtual, lo que contribuirá a lograr mejorar el estado de ánimo de los usuarios. “El sistema se encuentra en fase de desarrollo y se espera poder empezar a hacer pruebas piloto en breve”, concluye Mariano Alcañiz.

Fuente: UPV