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ITC: 50 años como motor generador de innovación para las empresas cerámicas

El Paranimf de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI) ha acogido el acto conmemorativo del 50 aniversario del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), que contó con la presencia de la Rectora de esta Universidad y la presencia del Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

También intervino el Catedrático Agustín Escardino, Director Honorífico del ITC, quien trazó un recorrido de los orígenes, evolución y desarrollo de la institución, instaurada gracias al convenio entre la Universitat Jaume I y la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas (AICE), quien también cumple este año 34 años de historia y agrupa actualmente a alrededor de 200 empresas.

El acto también contó con la intervención de D. José Duato, Catedrático del Departamento de Informática de Sistemas y Computadoras de la Universidad Politécnica de Valencia, Premio Rey Jaime I a las nuevas tecnologías en 2006 y Premio Nacional de Investigación Julio Rey Pastor en el año 2009, quien puso de manifiesto, a través de una conferencia la importancia de: La Transferencia de Tecnología: de los Centros de Investigación a la Empresa.

Al acto asistieron alrededor de 400 personas, entre las que se encontraban autoridades, miembros de la comunidad universitaria de las diferentes universidades valencianas, miembros del Consejo Rector de AICE y de las empresas asociadas o vinculadas al ITC, además de representantes de otras entidades relacionadas con el campo de la I+D+i, junto a personalidades de la sociedad castellonense, de Valencia y Alicante relacionados con la actividad del centro, sin olvidar todo el personal técnico y de investigación que integra la plantilla del ITC.

Datos históricos

El principio de lo que conocemos hoy como el ITC nacía, según está publicado en el BOE del 10 de septiembre de 1969 según la Orden del 16 de agosto de ese mismo año, por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, en la Facultad de Química de la Universidad de Valencia, de la mano del profesor Agustín Escardino Benlloch.

En aquel entonces se denominó “Instituto de Química Técnica de Formación Profesional e Investigación” y su objetivo fundamental era el de aplicar los conocimientos obtenidos en la Universidad en la generación de servicios de apoyo a las industrias, ayudando a las empresas a resolver la problemática generada en los procesos de producción y tratando de buscar fórmulas innovadoras para promover su competitividad.

Así, aquel incipiente ITC comenzó a preparar, desde la Universidad, a especialistas en Química Técnica, además de promover la colaboración con las industrias químicas de la Comunitat Valenciana, crear las bases de un servicio de documentación e información químico-técnica y promover líneas de investigación y experimentación que pudieran ayudar a las empresas a crecer.

En 1970 ya se firmaron dos convenios de investigación con empresas cerámicas, y en 1975, la actividad investigadora, que además del ámbito de la tecnología cerámica abarcaba otros ámbitos, se centró exclusivamente en la industria cerámica. Justo en ese año, se llevó a cabo con la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER), orientado a la localización y caracterización de arcillas para ser utilizadas como materias primas para la industria cerámica en la Comunitat Valenciana.

Al centrar todas sus actividades en el ámbito cerámico, en 1983 se adoptó la denominación: Instituto de Química Técnica (Tecnología Cerámica) para comenzar a desarrollar parte de las actividades de investigación en el campus universitario de Castellón.

Por otra parte, en 1984 se creó la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas (AICE), por iniciativa de la Generalitat Valenciana, a través del entonces conocido por IMPIVA, y hoy en día Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), en colaboración con varias empresas del sector cerámico, ubicándose en el seno del propio Instituto. En ese año se estableció también el primer convenio de colaboración entre la Asociación de Investigación y el Instituto de Química Técnica (Tecnología Cerámica).

En 1990 se instaura, según el Decreto 27/1990 del 12 de febrero del Consell de la Generalitat Valenciana, el Instituto Universitario concertado de Tecnología Cerámica entre la Universidad de Valencia (Estudi General) y la Asociación de Investigación de las Industrias Cerámicas.

El ITC ha actuado desde su creación como motor y dinamizador del avance tecnológico del sector de fabricantes de pavimentos y de revestimientos cerámicos.

La evolución que ha experimentado el sector a lo largo de los últimos años ha abarcado todos los aspectos del sistema de producción de baldosas cerámicas (materias primas, etapas de proceso, propiedades del producto acabado), tanto en lo que se refiere a la profundización en los conocimientos que los sustentan, como a la aplicación a nivel industrial de los mismos, tomando además en consideración todas las mejoras o innovaciones que se han realizado con respecto a equipamientos, metodología de trabajo, etc.

En sus 50 años de historia, el objetivo del ITC ha sido apoyar y potenciar la competitividad del sector cerámico español, cubriendo las necesidades de las pequeñas y medianas empresas cerámicas que forman en su mayor parte el tejido empresarial de este sector, y que, salvo contadas excepciones, no pueden generar siquiera una pequeña parte de la tecnología que necesitan para mantener su competitividad en los mercados nacional e internacional.

El ITC en cifras

Desde sus inicios, el Instituto de Tecnología Cerámica ha llevado a cabo 57 tesis doctorales, ha publicado 696 artículos científicos en revistas de prestigio a escala nacional e internacional, y se han presentado 1007 comunicaciones a congresos en todo el mundo. Además, se han desarrollado 65 patentes y 691 proyectos públicos de I+D+i. También destaca el hecho de que se han llevado a cabo 1357 proyectos privados bajo convenio con empresas.

Por otra parte, se han impartido 491 cursos de formación y puesta al día de conocimientos a los profesionales del sector cerámico, mientras que han egresado 881 personas del Departamento de Ingeniería Química de la Universitat Jaume I, primero en la Titulación, y posteriormente en el Grado.

Líneas de trabajo para los próximos años 

Lo más importante para el ITC es potenciar la difusión y transferencia de los conocimientos generados, poniendo especial énfasis en que estos lleguen a las empresas y así puedan generar innovación.

Así, el ITC está trabajando en una serie de líneas que considera muy importantes para las nuevas aplicaciones de la cerámica y para que esta industria continué escalando primeros puestos a escala global, teniendo en cuenta la complejidad de los mercados.

Las líneas sobre las que está trabajando el ITC se centran en:

Edificios:  en este campo el ITC pretende desarrollar productos sistemas y materiales para mejorar la eficiencia energética, confort, y propiedades mejoradas en la edificación. En este sentido, el ITC está en proyectos como Intgeother, el desarrollo de una plataforma que ayude a la implantación de la energía geotérmica en la edificación, por ejemplo, o Hidrocer, que cuenta con un sistema cerámico de enfriamiento evaporativo en la fachada, el primero cuenta con la financiación del IVACE a través de los Fondos FEDER y el último con el apoyo de la red europea EIT-Climate KIC.

Ciudades: El ITC considera muy importante la aplicación de cerámica en el ámbito urbano, por eso trabaja en el desarrollo de productos y sistemas innovadores para adaptar las urbes al cambio climático, y un ejemplo sería el proyecto LIFE CERSUDS, el sistema Urbano de Drenaje Sostenible instalado en Benicàssim.

Usuario: La personalización de los productos incorpora valor añadido para quienes los utilizan, por eso desde el ITC se contempla el desarrollo de productos y procesos que incorporen valor añadido en base a diseño y prestaciones diferenciadas. Por ejemplo, la impresión cerámica en 3D puede aportar esa diferenciación en la prestación. Últimamente, a través del proyecto Restau-ram, por ejemplo, se puede trabajar recuperando el patrimonio artístico e histórico, como ha sido el caso de la reproducción a través de cerámica impresa en 3D, de la uña de un dinosaurio de Morella que existió hace millones de años. También entran en este ámbito las plataformas que integran el sistema de Inteligencia Competitiva del ITC, el Observatorio Tecnológico, el de Mercado y el de Tendencias del Hábitat, todos ellos con el apoyo del IVACE de la GVA.

Materiales: En esta línea, el ITC está trabajando para desarrollar materiales cerámicos avanzados destinados a para nuevos usos, nuevos recubrimientos cerámicos, o nanomateriales y seguridad, entre otros. Por ejemplo, el proyecto Pro-SAFE, en esta línea, y financiado por IVACE, está desarrollando un sistema integrado de monitorización, evaluación y gestión de los riesgos para la salud por exposición a nanomateriales y partículas ultrafinas, o GOVALMAVIN, un estudio dedicado al desarrollo de envases cerámicos técnicos para la crianza y envejecimiento del vino, financiado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Economía Circular: El ITC, en esta línea considera fundamental el diseño y desarrollo de procesos y productos que tengan en cuenta los principios de la Economía Circular, apoyándose en la eficacia en el uso de recursos en su conjunto, especialmente los naturales y su análisis de ciclo de vida. Proyectos como Sharebox, financiado en el marco del Horizonte 2020, tratan de crear ecosistemas de empresas que compartan y optimicen los recursos para una mejor gestión de los mismos. Bajo el lema: “lo que tú tiras, a mí me puede hacer falta”, tratan de aglutinar y optimizar los procesos para lograr la sostenibilidad. 

Energía: En este ámbito, el ITC está trabajando en el desarrollo de procesos cerámicos de bajo impacto ambiental, con el mínimo consumo de combustibles fósiles. Proyectos como DREAM, o Smartrec, financiados con fondos europeos en el marco del Horizonte 2020, se orientan a lograr una etapa de cocción más eficiente y sostenible.

Procesos Industriales: Yendo más allá del control y la incorporación de nuevas tecnologías en la fábrica cerámica para hacer los procesos más eficientes y flexibles, el ITC está trabajando en la implantación de la estrategia 4.0 en la industria cerámica, en este sentido es pionero en los primeros avances tecnológicos a través del proyecto CEBRA-Ceramic Brain, y el proyecto CEBRA Plus, vienen profundizando en la implantación de la estrategia 4.0, ya no solo en los procesos de fabricación, sino también en su integración en la promoción del producto cerámico en las tiendas y puntos de venta.

Concretamente, dentro del proyecto Cebra+, precursor del Ceramic Brain, en el que ya se está implantando la fábrica 4.0, el ITC está desarrollando otro sub-proyecto: Cebra Promoción, cuyo objetivo es optimizar la promoción de la cerámica en tiendas y puntos de venta, generando un potente sistema de recogida de datos. El proyecto Cebra Promoción cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) a través de los Fondos Europeos Feder de Desarrollo Regional.

Fuente: ITC/UJI