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Desarrollan una metodología que identifica las medidas de adaptación más adecuadas a escala de cuenca

RUVID IIAMA Ubicación de la cuenca del río Júcar (izquierda) y subcuencas (derecha)“El impacto del cambio climático podría provocar un incremento generalizado de la intensidad, magnitud y duración de las sequías meteorológicas e hidrológicas en la cuenca del Júcar, por lo que va a ser necesario la implementación de medidas de adaptación para reducir el impacto del déficit hídrico del sistema Júcar ante el cambio global”. Estas son algunas de las principales conclusiones obtenidas en el estudio de tesis doctoral de Patricia Marcos García: Sistema de ayuda a la decisión para la adaptación y gestión de sistemas de recursos hídricos en un contexto de alta incertidumbre. Aplicación a la cuenca del Júcar, que ha sido dirigido por el director del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València), Manuel Pulido.

La investigación ha analizado el Sistema de Explotación del río Júcar, una cuenca mediterránea altamente regulada donde ya existe un frágil equilibrio entre la disponibilidad de recursos y la demanda (suponiendo la agricultura más del 80% de la misma).

“La escasez de agua, la hidrología irregular y la sobreexplotación de los recursos subterráneos de la cuenca hacen que las sequías sean un fenómeno recurrente, con importantes consecuencias económicas, sociales y medioambientales que podrían verse exacerbadas en un contexto de cambio climático”, afirma la investigadora Patricia Marcos. Por este motivo, en el estudio doctoral se ha desarrollado una metodología innovadora, que identifica las medidas de adaptación más adecuadas frente al cambio climático a escala de cuenca.

Metodología innovadora y trabajo de análisis

“La metodología propuesta integra la caracterización de impactos del cambio climático (enfoque top-down), con el análisis de las vulnerabilidades y capacidad de respuesta del sistema de recursos hídricos (enfoque bottom-up). Además, también hemos realizado un “enfoque bottom-up participativo” para que los principales usuarios de la cuenca adaptasen los escenarios socioeconómicos globales al contexto local, previesen la posible evolución del sector agrícola y definiesen potenciales medidas de adaptación”, explica Patricia Marcos.

Toda la información obtenida de dichos enfoques, se ha incorporado a un modelo hidroeconómico que permite seleccionar “el programa de medidas de adaptación más adecuadas para cada escenario climático, en relación a su coste-eficacia”, resalta Manuel Pulido.

Concretamente, una de las principales novedades que aporta la tesis doctoral es el estudio de la incidencia de las sequías meteorológicas e hidrológicas y de la variabilidad espacial de los impactos del cambio climático en el sistema del Júcar. Para ello, el sistema del Júcar se ha dividido en 7 subcuencas, en función de las características fisiográficas y a la disponibilidad de puntos con series de datos de caudales asimilables o restituidas a régimen natural.

“En cada una de ellas se ha evaluado el comportamiento de las variables precipitación y temperatura, para la serie histórica (1971-2000) y para dos escenarios de cambio climático (RCP 4.5 y RCP 8.5) a corto y medio plazo (2011-2040 y 2041-2070, respectivamente). Posteriormente, se ha procedido a simular las aportaciones futuras del sistema mediante tres modelos hidrológicos conceptuales previamente calibrados y validados”, indica el director del IIAMA.

Principales resultados

Los resultados del estudio determinan que en los últimos 30 años los cambios en los patrones de precipitación y temperatura en el sistema Júcar no han sido homogéneos, observándose diferencias entre las subcuencas de cabecera y las ubicadas en la zona de clima mediterráneo, tal y como señala la Dra. Marcos García.

“Los mayores incrementos de temperatura y disminuciones de la precipitación se detectan en las cuencas de cabecera, lo que afectaría significativamente a los volúmenes regulados del sistema pudiendo llegar a reducirse hasta un 40%, la disponibilidad de recursos hídricos en el medio plazo. Por tanto, sería necesario considerar la variabilidad espacial dentro de la propia demarcación, a fin de integrar los impactos del cambio climático dentro de la planificación hidrológica”, asevera Patricia Marcos.

En relación a las medidas de adaptación, en los talleres participativos los usuarios de la cuenca (agricultores, gestores, administración, asociaciones ecologistas, etc.) mostraron su preferencia por la modernización de regadíos, los recursos no convencionales (reutilización y desalación) y la gobernanza del agua. De hecho, los resultados obtenidos con el modelo hidroeconómico muestran que, para la mayor parte de los escenarios climáticos considerados, las medidas seleccionadas permiten reducir sustancialmente el déficit medio anual del sistema.

“Es necesario resaltar el interés de los usuarios en profundizar su participación en la toma de decisiones, y que se mostraron reacios a aplicar medidas que favorezcan la introducción de instrumentos económicos, así como medidas de alta conflictividad social como los trasvases”, destaca la Dra. Marcos García.

La importancia de la técnica desarrollada

En muchas regiones del mundo, como es el caso del área mediterránea, los retos asociados a la gestión del agua no son nuevos; sin embargo, el cambio climático podría intensificarlos hasta desencadenar una situación sin precedentes.

Actualmente, no existe un enfoque universalmente aceptado para diseñar y evaluar medidas de adaptación al cambio climático. En general, los métodos existentes pueden incluirse en dos grupos bien diferenciados: los que se dirigen a caracterización de impactos (top-down) y los que optan por identificar las vulnerabilidades del sistema (bottom-up).

“Aunque tradicionalmente el enfoque top-down ha sido el más empleado, a día de hoy numerosos autores han señalado la relativa falta de éxito para la toma de decisiones. Por su parte, el enfoque bottom-up, en su vertiente participativa, posee la indudable ventaja de implicar a los principales actores desde las primeras etapas”, señala el director del IIAMA, Manuel Pulido.

Sin embargo, este último enfoque requiere de los resultados del enfoque top-down para asignar probabilidades a los escenarios en los que el sistema resulta vulnerable por lo que este estudio “ha abogado por la integración de ambos enfoques como la aproximación más completa al problema”, concluye el profesor Pulido.

Fuente: IIAMA UPV