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La UPV lidera un proyecto europeo para garantizar la máxima calidad de las comunicaciones inalámbricas 5G

Garantizar la cobertura y la máxima calidad de las futuras comunicaciones 5G en entornos como estadios de fútbol, salas de conciertos, centros comerciales, estaciones de tren y cualquier otro recinto que albergue a un gran número de personas. Este es el objetivo principal de Wavecombe, proyecto europeo liderado por la Universitat Politècnica de València (UPV).

En la actualidad, las comunicaciones inalámbricas dentro de los edificios se dan bien a través de la red móvil, con sus intrínsecos problemas de cobertura, o a través del Wi-Fi. Esta última, siendo la tecnología más utilizada, todavía presenta dos hándicaps que hacen que la experiencia de usuario no sea la deseada: la limitación en el ancho de banda disponible, por un lado, y las interferencias que se originan en entornos con gran densidad de usuarios, por el otro.

“El proyecto Wavecombe pretende solucionar los problemas de ancho de banda haciendo uso de las bandas milimétricas que explotan frecuencias entre 30 y 300 GHz. La banda móvil iría en la frecuencia de 28 GHz y la inalámbrica en 60 GHz”, explica Narcís Cardona, director del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la UPV y coordinador del proyecto.

Además, en el marco de este proyecto se estudiará también cómo reducir el impacto que los propios usuarios pueden tener en la cobertura. “Por ejemplo, actualmente, si un usuario se sitúa entre un punto de acceso Wi-Fi y el receptor no pasa nada, pero en las bandas de milimétricas todo cambia. En este caso, el cuerpo haría de pantalla, lo que provocaría pérdidas de cobertura y, en último término, bloquearía la comunicación”, explica Narcís Cardona.

Para evitar que se produzca este bloqueo, los investigadores de la UPV estudiarán nuevas técnicas de reorientación de antenas y de planificación óptima del despliegue de los puntos de acceso. Para ello, trabajan con modelos 3D que permiten calcular las señales de radio y configurar esta distribución óptima en función del mobiliario o las áreas de tránsito naturales.

Asimismo, se desarrollarán nuevos métodos para modernizar edificios existentes y diseñar nuevos edificios que ofrezcan una conexión inalámbrica eficiente de alta capacidad.

“La 5G revolucionará las comunicaciones, pero traerá también importantes modificaciones en las infraestructuras. Sin ir más lejos, en los edificios se deberá instalar un distribuidor que mandará la señal a los

puntos de acceso. La cobertura interior con la 5G va a cambiar totalmente y Wavecombe permitirá responder a muchos de los nuevos requisitos”, destaca Cardona.

El proyecto Wavecombe se prolongará hasta finales de 2021 e incluye medidas y pruebas piloto en centros comerciales, aeropuertos y salas de conferencias, tanto en Bélgica, España como en Reino Unido.

Fuente: UPV