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Una herramienta motivacional mejora la eficacia de los programas de intervención con maltratadores

La investigación, dirigida en la institución académica por un equipo al frente del cual está Marisol Lila, catedrática de Psicología Social, ha aparecido en la prestigiosa revista Journal of Consulting and Clinical Psychology, una de las publicaciones de referencia en la disciplina. El artículo detalla un ensayo clínico aleatorizado para comprobar la eficacia de una herramienta de intervención con hombres condenados por violencia de género, diseñada en la Universitat de València (UV).

La herramienta, el Plan Motivacional Individualizado (PMI), se ha testado en España con hombres condenados por violencia de género a penas de menos de dos años de prisión sin antecedentes penales, y una vez comprobada su efectividad en el Programa Contexto, que se desarrolla en la Universitat de València, se está aplicando en tres programas de Penas y Medidas Alternativas de Instituciones Penitenciarias, y en Croacia en el Sistema de Penas y Medidas Alternativas.

Concretamente la estrategia de intervención ha sido adaptada a los programas de intervención para penados por violencia de género, por violencia familiar y por delitos de pornografía infantil en la red, que se desarrollan en toda España, coordinados por el Servicio General de Penas y Medidas Alternativas de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

“En España es el primer estudio que se realiza de estas características. Además, se presenta una herramienta de intervención que puede aplicarse en intervenciones con población resistente al cambio y se muestra su potencial para mejorar los programas estándar de intervención con maltratadores”, ha indicado Marisol Lila.

El artículo, que también firman Alba Catalá y Enrique Gracia, del Departamento de Psicología Social de la Universitat de València, ha comprobado cómo incluyendo estrategias motivacionales –el citado Plan Motivacional Individualizado– en un Programa estándar de Intervención con Maltratadores, se obtienen mejores resultados que los producidos con el programa estándar únicamente.

Para ello, se distribuyó al azar a 160 hombres condenados por violencia de género contra sus parejas o ex parejas, mayores de 18 años, a dos condiciones de tratamiento diferente. El grupo experimental, donde se aplicó el PMI, recibió el programa estándar así como las estrategias motivacionales que componen el PMI (entrevistas motivacionales, revisión individual y grupal de metas, refuerzo de las metas y técnicas de retención proactiva), durante 9 meses, con seis meses más de seguimiento.

Los resultados indican que los hombres que recibieron esta intervención presentaron más motivación al cambio, más adherencia a la intervención, menor violencia física auto-informada y menor riesgo de reincidencia que los participantes en los grupos en los que no se incluyó el PMI. “Nuestro estudio apoya la idea de que incluir estrategias motivacionales en los programas de intervención con maltratadores incrementa la eficacia de los mismos”, ha indicado Marisol Lila.

Igualmente, esta estrategia se ha adaptado a los programas que se han comenzado a implementar en el Sistema de Penas y Medidas Alternativas del Ministerio de Justicia Croata, como resultado de la participación de la profesora Marisol Lila en el Twinning Project Support to further development and strengthening of the Probation Service in Croatia (Twinning Number HR 14 IB JH 01) coordinado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Investigación

La violencia de género es un problema de salud pública de proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud. Los programas de intervención con hombres condenados por violencia de género se incluyen en la Ley 12/2004 de Protección Integral contra la Violencia de Género como una de las herramientas de tratamiento y prevención, con el objeto último de proteger a las víctimas. Actualmente, en el ámbito de la investigación relacionada con la eficacia de este tipo de programas, cada vez más se señala la importancia de utilizar estrategias motivacionales con las que generar una mayor adherencia a la intervención y motivación al cambio.

La efectividad de estos programas se ve afectada por cuestiones tales como la elevada resistencia a la intervención por parte de los hombres que participan en los mismos y que puede dar lugar al abandono del programa. Son frecuentes, entre estos hombres, la minimización de la gravedad de su conducta, la negación del delito y la culpabilización de la víctima, entre otros factores.

“Por todo ello, es esencial diseñar e implementar estrategias que generen una mayor adherencia a la intervención y motivación al cambio. Igualmente, es esencial comprobar si, efectivamente, tales estrategias funcionan con una metodología rigurosa”, ha añadido la catedrática de Psicología Social y directora de la investigación Marisol Lila.

Referencia bibliográfica

Marisol Lila, Enrique Gracia and Alba Catalá-Miñana: Individualized Motivational Plans in Batterer Intervention Programs: A Randomized Clinical Trial. Journal of Consulting and Clinical Psychology 2018, Vol. 86, No. 4, 309–320. Doi http://dx.doi.org/10.1037/ccp0000291.

Fuente: UV