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Una cuarta parte de los hogares valencianos está en situación de vulnerabilidad

JORNADA DE PRESENTACIÓN DE RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN PARA LA ELABORACIÓN DE UN DIAGNÓSTICO DE NECESIDADES SOCIALES EN LA CIUDAD DE VALENCIAMás de una cuarta parte de los hogares de la ciudad de Valencia (un 26,7%) se encuentra en situación de vulnerabilidad, según una investigación dirigida por el profesor de Sociología de la Universitat de València (UV), Raúl Lorente, que se ha presentado en un acto que ha contado con la presencia de la concejala de Servicios Sociales, Consol Castillo.

En el acto, celebrado en el edificio de Tabacalera, el profesor Lorente ha presentado un informe con las conclusiones más relevantes obtenidas de una encuesta a la población de la ciudad, acompañada de un análisis territorial de los Centros Municipales de Servicios Sociales (CMSS). Para la encuesta se han entrevistado a 4.500 personas. El informe forma parte del proyecto de investigación Diagnóstico Social de la Ciudad de València, 2017, realizado, a petición del Ayuntamiento, por el equipo de investigación de la Universitat de València Red Incluye (Red de Creación y Transferencia de Conocimiento para la Inclusión Social) del que junto a Raúl Lorente forman parte los investigadores Verónica Ramírez, Víctor F. Climent, Anna Giulia Ingellis y Adoración Guamán.

Una de las principales conclusiones que se extraen del diagnóstico realizado es que en la ciudad de Valencia se observa una intensa desigualdad en los ingresos de los hogares. Los ingresos medios de los hogares de la ciudad de Valencia son 1.672 euros al mes. El 10% de los hogares con menores ingresos disponen de menos de 646 euros mientras que el 10% con mayores ingresos perciben entre 3.000 y 6.000 euros al mes; la diferencia es de nueve veces entre los extremos de los ingresos calculados. Además, el 5% de hogares más pobres de la ciudad tienen unos ingresos al mes inferiores a 451 euros; y el 25% de los hogares disponen de hasta 1.000 euros al mes de ingresos. La desigualdad en los ingresos es aún más evidente al observar que hasta el 40% de la población de la ciudad acumula el 20% de los ingresos, y el 10% de la población apenas llega al 3% del ingreso, el 20% al 8% del ingreso. La mitad de la población no llega al 30% de los ingresos totales, se queda con un 28%. Por el contrario, el 20% más rico disfruta de casi el 40% de los ingresos y el 10% más rico disfruta del 23% de los ingresos totales. La desigualdad en los ingresos se expresa de manera clara en los hogares de las diferentes áreas de los Centros Municipales de Servicios Sociales (CMSS). Las áreas de Ciutat Vella y Benimaclet presentan una medias de ingresos muy por encima de la media de la ciudad y con una dispersión menor; sin embargo los hogares de las áreas de Salvador Allende (distritos de Zaidia, Rascaña y Poblados del Norte), Quatre Carreres, Sant Marcel·lí y Trafalgar tienen ingresos medios inferiores a la media, es decir, tienen rentas más bajas. En un punto intermedio se encuentran los hogares de las áreas de Natzaret, Campanar, Patraix, Malvarrosa y Olivereta.

La tasa de riesgo de pobreza de los hogares de la ciudad se ha clasificado en tres diferentes grados de intensidad. De tal forma que un 20,64% de los hogares está por debajo del umbral de pobreza, lo que equivale a 67.360 hogares o 163.428 habitantes. El cálculo de la proporción de hogares en situación de pobreza severa dio como resultado un 7,58%, lo que afecta a 24.725 hogares o 59.986 habitantes. La proporción de hogares en el espacio social de vulnerabilidad es 26,7% para la ciudad, un poco más de una cuarta parte de los hogares, lo que se traduce en 87.023 hogares o 211.133 personas.

El llamado espacio social de vulnerabilidad supone que de prolongarse los efectos de la crisis en la vida de las personas y los hogares y de continuar con las políticas de contención en los presupuestos orientados a las políticas sociales aplicados desde hace décadas, los hogares que se encuentran en este espacio son susceptibles de deteriorar sus condiciones de vida hasta situarse por debajo de los umbrales de pobreza o de pobreza extrema; por lo que se puede hablar que una proporción significativa de los hogares de la ciudad se encuentran en situación de fragilidad. La afectación de hogares por Centros Municipales de Servicios Sociales (CMSS) se extiende hasta abarcar ocho áreas que tienen una proporción de hogares en el espacio social de vulnerabilidad por encima de la media de la ciudad: Salvador Allende (42% de hogares), Quatre Carreres (34,2%), Sant Marcel·lí (34,2%), Campanar (29,6%), Patraix (28,6%), Trafalgar (28,6%) y Olivereta (28,5%). La situación de las áreas de CMSS de Salvador Allende, Quatre Carreres y Campanar son “especialmente preocupantes en el sentido de que concentran a un tercio de los hogares en situación de pobreza severa y requerirían programas y políticas específicas orientadas a frenar y revertir esta situación dada su elevada incidencia”. Sin embargo, señala el informe “no hay que perder de vista que el problema de concentración de la pobreza también se observa en las áreas de Patraix, Olivereta y Sant Marcel·lí con una proporción de hogares por debajo del umbral de pobreza que supera la media de la ciudad”.

Uno de los datos que resulta más alarmante del informe es la elevada tasa de desempleo entre los habitantes de la ciudad, que según la investigación se sitúa en torno al 24,4%. Un dato, señalan los investigadores que “adquiere una dimensión aún más inquietante cuando se comprueba que la media de tiempo en situación de desempleo, según la información que se obtuvo con la encuesta, es de 30 meses y la mediana de 18 meses; es decir, el 50% de la población en situación de desempleo se encuentra en ella desde hace un año y medio, como mínimo”. Lo que supone una fuerte tendencia a la cronificación de la situación de desempleo.

En la elaboración del diagnóstico los investigadores han presentado una tipología que integra tres elementos de tipo “objetivo” para medir las situaciones de riesgo de pobreza y vulnerabilidad en los hogares de la ciudad de València. A la proporción de hogares por debajo del umbral de pobreza en la ciudad (20,64%), de hogares afectados por la baja intensidad laboral de sus integrantes (18,1%) se añade una tercera, la de los hogares que se encuentran en situación de carencia material severa (11,9%). El indicador de carencia material severa, según los investigadores, es muy complejo y aporta mucha información relevante sobre el acceso de los hogares a diferentes bienes y recursos de la vida cotidiana que van desde cuestiones relacionadas con necesidades básicas (alimentación, pago de recibos de la luz, agua, energía, pago de hipoteca, etc.), la posibilidad de mantener ciertos niveles básicos de bienestar en el hogar (acceso a la calefacción o aire acondicionado) y de otros aspectos relacionados con el bienestar subjetivo (permitirse vacaciones) o que influyen en la percepción de seguridad o vulnerabilidad (hacer frente a gastos imprevistos). Por ello el 11,9% de los hogares que calculan se encuentran en esta situación y que según sus estimaciones estaría afectando a 38.926 hogares o 94.442 habitantes de la ciudad, constituyen un conjunto de realidades que, consideran, se han de atender.

En el informe aparece como especialmente preocupante la situación de los jóvenes, entre 17 y 25 años, que plantea la necesidad de una intervención inmediata de parte de las entidades públicas, ya que los hogares con integrantes menores y jóvenes en la ciudad de València se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. Esto significa un enorme desafío, señala el profesor Lorente, “sobre todo si tenemos en cuenta que la tendencia demográfica de la ciudad es al envejecimiento, lo que plantea la urgencia y la necesidad del diseño de políticas integrales que superan el marco de acción de la Concejalía de Bienestar”.

Para mejorar la actuación de los servicios sociales municipales, los investigadores han dividido la ciudad en tres tipologías: Áreas de Acción Urgente; Áreas en Proceso de Deterioro; y Áreas de Acción de Refuerzo. Las Áreas de Acción Urgente (CMSS de Salvador Allende, Quatre Carreres, Campanar y Trafalgar) tienen una mayor tasa de paro y una elevada proporción de su población ocupada en empleos precarios, tienen también una población joven, con altas tasas de natalidad respecto a la observada en la ciudad y un menor índice de envejecimiento; por lo que dan “el  perfil especialmente preocupante de la pobreza: la pobreza infantil y juvenil”. En las Áreas en Proceso de Deterioro (Olivereta, Patraix, Malvarrosa, Natzaret y Sant Marcel·lí) se observan niveles superiores a la media de la ciudad en algunos de los indicadores de riesgo de pobreza y exclusión social que de prolongarse los efectos de la crisis y no implementarse políticas y programas orientados a mitigarlos podrían agravar las situaciones que ya se viven en estos hogares. En ellas se dan  ciertas variaciones en los indicadores de bienestar que requieren especial observación en cada caso como, por ejemplo, en Natzaret se observa una mayor percepción de deterioro en las condiciones de la vivienda (presencia de goteras, humedades, etc.) o de problemas en el entorno de la vivienda como en las áreas de Malvarrosa y Olivereta. Por tanto, señala el informe, “en estas áreas es necesario establecer líneas de trabajo prioritarias orientadas a atender, además del nivel de deterioro material que se observa, problemáticas específicas que afectan a las condiciones de vida de la población en cada una de ellas”. Finalmente, en las Áreas de Acción de Refuerzo (Benimaclet y Ciutat Vella), los investigadores recomiendan “la aplicación de políticas y programas concretos orientados a reforzar la atención a usuarios/as a partir de perfiles concretos: personas mayores, dependientes, inmigrantes y jóvenes”.

Fuente: UV