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100 expertos debaten la relación entre las neurociencias y las artes

Alrededor de un centenar de ingenieros, médicos, neurocientíficos, bailarines, pintores, escritores y músicos comparten sus conocimientos sobre cómo se relacionan las neurociencias, la medicina, las artes y la tecnología en la Conferencia Internacional sobre la Neurociencia del Arte, la Innovación y la Creatividad. Las ponencias, organizadas por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche junto con la Universidad de Houston, tienen lugar desde hoy y hasta el próximo 13 de septiembre en el Hotel Balneario Las Arenas de Valencia. Este congreso de neurociencias y creatividad, presidido por el profesor del Área de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH José María Azorín Poveda, se celebra por primera vez en Europa.

Estas jornadas tienen como objetivo buscar e identificar los mitos, desafíos y oportunidades que surgen en la intersección del arte, las neurociencias, la ingeniería, la tecnología, la medicina y la innovación, así como mejorar la comprensión de las respuestas en dependencia del estado de salud a estímulos emocionales, tales como las artes creativas, el entorno y la interacción con la tecnología. Otro propósito de este evento es el de diseñar nuevas herramientas para entender y fomentar la creatividad, la salud y el bienestar.

Además del tiempo para debate, se realizará una competición, bajo el nombre de Hackathon, donde los expertos sólo tienen 72 horas para diseñar y crear proyectos relacionados con el uso de las señales cerebrales y su aplicación en las diversas actividades creativas. Asimismo, se llevarán a cabo diversas demostraciones sobre cuál es el comportamiento cerebral de una persona cuando toca un instrumento o está bailando de forma profesional.

En concreto, el grupo de investigación de la UMH Brain-Machine Interface Systems Lab ha realizado una presentación en la que se ha registrado la actividad cerebral de una persona mientas pinta un cuadro, gracias al uso de unos electrodos situados en la superficie de la cabeza. El objetivo de esta demostración es ver qué patrones se activan durante el proceso creativo con el fin de comprobar si el cerebro tiene más capacidad de aprendizaje y es posible lograr retrasar el deterioro cognitivo.

Los resultados, desde el punto de vista clínico, se podrían aplicar en la mejora de la enseñanza de las nuevas generaciones, a través de las actividades creativas y artísticas, en poner en marcha terapias de arte para personas con diversas patologías, así como a saber si quienes van frecuentemente a espectáculos culturales se encuentran mejor cognitivamente. Otra aplicación sería a nivel empresarial, al estudiar si es posible detectar los procesos que mejoran la capacidad de innovación de los trabajadores.

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Fuente: UMH