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Abordan la cuestión musulmana desde la perspectiva y la mirada de las jóvenes estudiantes

María Jiménez Delgado UACuando el islam forma parte de las preocupaciones actuales en Europa, una investigación de la Universidad de Alicante (UA) analiza el significado que tiene ser musulmanas para las hijas de la inmigración marroquí en España, abordando la cuestión religiosa desde la perspectiva y la mirada de las jóvenes estudiantes.

Las jóvenes entrevistadas hacen una resignificación crítica y personal del islam que se resume en esta expresión repetida por muchas de ellas: “soy musulmana a mi manera”En el trabajo, realizado por la investigadora María Jiménez Delgado, profesora del Departamento de Sociología I y directora del Observatorio Sociológico de la Educación de la UA, han participado, a través de entrevistas en profundidad, un total de 20 estudiantes de origen marroquí: diez de educación secundaria y bachillerato de la zona de norte de Alicante, y otras diez estudiantes de la Universidad de Alicante. Las jóvenes forman parte de lo que la profesora de la UA define como generación puente, «mujeres que mayoritariamente han nacido en Marruecos o Argelia pero que han crecido y se han formado en la sociedad española, que siguen estudios postobligatorios y que están empeñadas en elegir su propia vida y en crear puentes en vez de construir muros».

Según el estudio, publicado en la revista Feminismo/s, para la mayoría de las entrevistadas la religión es una parte más de sus vidas al tiempo que no rechazan la cultura de origen, en la mayoría de los casos, sino que reinterpretan y reconstruyen la herencia familiar. “Soy musulmana porque he nacido en una familia musulmana, si hubiera nacido en una familia cristiana, sería cristiana” o “Yo soy musulmana pero acepto también lo que dicen las otras culturas y me gustaría saber cómo son. A mí me gusta transmitir lo que sé y que la gente me transmita lo que yo no sé…”, afirman dos de las entrevistadas.

Algunas de ellas, se sienten musulmanas antes que magrebíes, marroquíes o españolas. La importancia de la adscripción religiosa está relacionada con los procesos de socialización familiar, con la edad que tenían cuando llegaron a España, con la mayor o menor trayectoria en el sistema educativo español y con la percepción del barrio en el que viven, principalmente. “Las jóvenes que se incorporaron tardíamente al sistema educativo y que tienen la percepción de vivir en barrios con graves procesos de segregación tienden a resaltar su pertenencia religiosa por encima de otras como la nacionalidad”, recoge María Jiménez Delgado en el estudio.

En líneas generales parecen tener una visión más tolerante y cosmopolita cuando reclaman y proponen una formación plural en la que todas las religiones tengan cabida desde una perspectiva histórica y sociológica, sin adoctrinamiento. “En las escuelas yo creo que tienen… tienen que hablar de todas las religiones, porque hay que saber un poco de todo. Por ejemplo, aquí en España, los españoles no saben nada de mi cultura de origen. Yo sí que sé algo de la cultura de aquí y de la religión”, apunta la estudiante de tercer curso de Traducción e Interpretación.

Consecuentemente, las jóvenes entrevistadas no reclaman clases de religión islámica en las instituciones educativas, ni siquiera mezquitas en sus barrios, aunque sí el uso libremente elegido de símbolos culturales o religiosos como el hiyab y un mayor conocimiento por parte de la sociedad española, especialmente por parte del profesorado y del alumnado, del islam y de los contextos sociales y políticos de los que proceden sus familias.

“La cuestión es cómo hablar y tratar en la escuela el asunto de la libertad individual, de la igualdad de género y de la libertad religiosa sin reforzar estereotipos y sin menospreciar las identidades de cada una de las jóvenes”, detalla en el artículo Jiménez Delgado.

La investigación plantea un reto “saber cómo afrontar, desde el respeto democrático, que un grupo importante de ciudadanos que son europeos y españoles, reivindiquen su derecho a profesar la religión musulmana en las mismas condiciones que otras religiones, sin sentirse discriminados ni rechazados”. En una sociedad plural, “escuchar y conocer al otro debería formar parte de un proyecto educativo democrático y, por tanto, participativo y pluralista, crítico, abierto a la discusión y el debate”, destaca la autora del estudio.

Referencia bibliográfica

Jiménez Delgado, María. «Soy musulmana a mi manera”. Religiosidad, espiritualidad y laicismo de las jóvenes estudiantes musulmanas. Laicidad y creencias. Feminismo/s, 28 (diciembre 2016, pp. 147-168).

Fuente: UA