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La N-332 genera una energía acústica de 16 a 32 veces superior a la permitida, a su paso por la Safor

Fotografía de la investigadora Romina del Rey realizando mediciones en Bellreguard cerca de la N-332La carretera N-332 genera una energía acústica de entre 16 a 32 veces superior a la permitida, a su paso por las poblaciones de L’Alqueria de la Comtessa, Bellreguard y Palmera. Esta es una de las conclusiones del estudio acústico realizado por los investigadores del Campus de Gandia de la UPV, Romina del Rey, Jesús Alba y Laura Bertó sobre esta infraestructura. El informe científico se ha realizado a petición de los ayuntamientos de las tres poblaciones afectadas.

Para el estudio se han realizado mediciones exhaustivas cuyo objetivo era determinar si la carretera N-332 cumple los objetivos de calidad acústica que exige el Real Decreto 1367/2007- Ley 37/2003 del ruido (de ámbito estatal) y la Ley 7/2002 de Contaminación Acústica de la Generalitat Valenciana; según los resultados finales, la carretera no cumple la ley: la población soporta un nivel de contaminación acústica bastante superior al que determina la legislación.

El informe señala que se han registrado caudales de circulación muy elevados, tanto en horario diurno como nocturno, con máximos de 128 vehículos cada 5 minutos, lo que se traduce en un tráfico de 1536 vehículos por hora. Los niveles sonoros llegan a ser de hasta 15 dB superior a lo permitido y el volumen de la población afectada directamente por vivienda o trabajo en zona de exposición acústica de la N -332 es, según el estudio, de 800 personas: el 9% de población de l’Alqueria de la Comtessa, el 27% de Palmera y el 7% de Bellreguard. Estos niveles de contaminación acústica tienen efectos nocivos importantes sobre la salud y la calidad de vida de la población afectada, como cefaleas, estrés, insomnio, pérdida auditiva… según señala el estudio científico.

La única solución posible a este problema, según apuntan los investigadores en su informe presentado a los ayuntamientos, consiste en desviar tráfico por viales secundarios o alternativos a la N-332; solo de esta forma se podrían disminuir los niveles de presión sonora registrados y adecuarlos a las exigencias de la legislación estatal: ‘Es necesario reducir los caudales, tanto de vehículos pesados como de vehículos ligeros; para ello habría que diversificar el tráfico’, explican los investigadores.

Antes de llegar a esta conclusión, los investigadores han contemplado diversos escenarios, pero solo con la disminución del caudal de la N-332 a la cuarta parte de los niveles actuales y la prohibición de vehículos pesados se podría llegar a un nivel de ruido compatible con la ley y la protección de la salud que la legislación establece, según se desprende del informe.

Además del problema acústico, los investigadores han constatado un problema adicional causado por el gran caudal de tráfico de la N-332: que el centro deportivo, el centro sanitario, de referencia para diversas poblaciones de la comarca de la Safor y el centro educativo, con estudios de primaria y secundaria y también de alcance comarcal, quedan separados de gran parte de la población por la carretera N-332.

Estudio científico

Para el estudio se han realizado mediciones acústicas en la carretera que determinan los niveles de ruido actuales en diferentes franjas horarias y el número de vehículos que transitan y su tipología; se ha cuantificado la población afectada, es decir, cuántos vecinos que viven en la zona de afectación de la N-332, qué estudiantes transitan a través de la N332 a los centros educativos, qué población que accede a servicios médicos… se ha realizado un modelo predictivo que permita establecer escenarios y medidas de mejora  y por último se han integrado los datos obtenidos con los del resto de tráfico de la N-332, desde la entrada sur de Oliva hasta la salida norte de Bellreguard y conexiones con el resto de poblaciones, como Piles.

Fuente: UPV Gandia