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La UPV investiga para contribuir a la recuperación de las tellinas en la costa valenciana

Miguel Rodilla en la barcaCientíficos del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València (UPV) están llevando a cabo diversas investigaciones con el objetivo de conocer la situación de las poblaciones de tellinas en la costa valenciana y para contribuir a su recuperación. La captura de tellinas pasó de 300.000 a 1.900 kg en los últimos diez años en la Comunitat Valenciana, por lo que su extracción no está permitida desde junio de 2015.

Como parte de estas investigaciones los científicos realizaron, de mayo a noviembre de 2015, un estudio en zona 3 de la costa – desde el puerto de Valencia hasta Denia- y constataron una disminución tanto en la densidad de la población de las tellinas como en el tamaño de las mismas. Asimismo, también detectaron que en el período de septiembre a diciembre de 2015 se produjo una importante recuperación de las poblaciones, debido a las lluvias que se produjeron y que aportaron nutrientes a estos moluscos.

Propuestas

Los resultados de este trabajo se han trasladado a la Cofradía de Pescadores de Gandia. Fruto de estos y otros estudios los investigadores apuntan tres propuestas de cara a mejorar la situación de las poblaciones de tellinas: trabajar en la posible cría de tellinas para su reintroducción en el mar cuando sean menos vulnerables a depredadores como las medusas; determinar zonas donde las poblaciones sean mayores para permitir una pesca controlada; y estudiar el efecto de nuevos contaminantes de uso generalizado, como los protectores solares, en estos moluscos.

Miguel Rodilla, director del Máster Universitario en Evaluación y Seguimiento Ambiental de Ecosistemas Marinos y Costeros que imparte la Universitat Politècnica de València en el Campus de Gandia, es el director de estos trabajos: “Desde el año 2006 hasta la actualidad, las capturas de tellinas han pasado de 300.000 kg a 1.900 kg. Estos datos los conocen las administraciones responsables de la gestión de los recursos y también los pescadores y por tanto existe una preocupación para su conservación. Es importante que desde la comunidad científica trabajemos con ellos para aportarles información sobre los factores que influyen en esta situación y también para que se puedan tomar decisiones que la mejoren”, señala Rodilla.

Estudio y diagnóstico

Según explica Miguel Rodilla, para el proceso se establecieron espacios de control donde se determinaba la evolución de las poblaciones y también se marcaron tellinas a las que se hacía un seguimiento sobre su tamaño. Aunque se constató la escasez de las mismas y su tamaño reducido, uno de los elementos para el optimismo fue verificar que con las lluvias que se produjeron de septiembre a diciembre el tamaño de las tellinas aumentaba considerablemente. “Esto se debe a que los nutrientes que necesita el fitoplacton, que es de lo que se alimentan las tellinas, proceden de los aportes de la lluvia, ríos y acuíferos. Por este motivo, la sequía que está produciéndose en la última década en la costa valenciana está haciendo que las tellinas tengan poco alimento”.

Otro de los elementos que impide el crecimiento de tellinas, según Miguel Rodilla, es la abundancia de depredadores como las medusas, que comen las larvas de tellinas antes de que se implanten en el sustrato del mar. Por este motivo, el equipo liderado por Miguel Rodilla está estudiando la posibilidad de ‘cultivar’ tellinas hasta que tengan mayor tamaño, con el objetivo de introducirlas en el medio cuando sean menos susceptibles de convertirse en víctimas de los depredadores. “No sabemos si la producción completa de tellinas en acuicultura sería rentable, pero creemos que es viable mantenerlas en criaderos durante un tiempo, con el objetivo de realizar repoblaciones en las playas y mejorar el estado de las poblaciones”, señala.

Otra hipótesis con la que trabajan es con que los tóxicos presentes en el mar, provenientes de protectores solares, hidrocarburos y otros contaminantes estén afectando negativamente a los moluscos ya que, afirman, las tellinas tienen un ciclo muy corto y las extracciones y otros factores no explican la caída tan drástica de estas poblaciones. “No se trata de no utilizar cremas solares, sino de averiguar qué componentes resultan más contaminantes y recurrir a otros que contaminen menos”, puntualiza el científico.

Optimismo

Con todo, Miguel Rodilla no es pesimista y cree que se puede actuar de forma positiva. “Dada la facilidad con la que crecen las poblaciones en condiciones favorables, debemos trabajar para descubrir cuáles son y proporcionarlas; durante este tiempo, sería conveniente establecer puntos de pesca controlada e implicar a los propios pescadores en la gestión sobre estos puntos, ya que ellos son principales interesados en que las poblaciones marinas se mantengan. De esta forma, afirma, no se perdería el conocimiento que los pescadores tienen de estas artes tradicionales y se continuaría apoyando la sostenibilidad de las tellinas”, concluye Rodilla.

Enlace a vídeo.

Fuente: UPV Gandia