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El 40 por ciento de los eventos adversos en pacientes son evitables

Isabel Miguel MontoyaIsabel Miguel Montoya, profesora en la Escuela de Enfermería de La Fe de Valencia, ha defendido en la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir» (UCV) su tesis doctoral, en la que ha investigado la calidad asistencial en un hospital del sistema sanitario valenciano y ha comprobado que «los pacientes valorados sistematizadamente presentan menos eventos adversos que los valorados de forma tradicional».

Los eventos adversos son los daños causados al paciente de forma involuntaria y que no tienen que ver con el motivo de su ingreso hospitalario. Es decir, no son efectos secundarios de la enfermedad sino que vienen provocados por el sistema sanitario y en el 40 por ciento de los casos son evitables, según ha informado la nueva doctora.

Además, ha añadido, los eventos adversos no solo causan daños a las personas, sino la prolongación de las estancias hospitalarias y un aumento de costes al sistema sanitario, por lo que «tratar de evitarlos, o al menos reducirlos, es una prioridad de las instituciones sanitarias».

Así, Miguel Montoya ha analizado en su tesis la incidencia de cinco de estos eventos -infecciones asociadas a la asistencia, úlceras por presión, caídas, flebitis relacionadas con el uso de catéteres venosos y desnutrición en pacientes hospitalizados- y ha concluido que «disminuyen cuando los cuidados que proporcionan las enfermeras son planificados y aplicados tras una valoración sistematizada, respecto a cuando son prestados de forma tradicional».

Para ello, la profesora de Enfermería ha realizado un estudio comparativo con 581 pacientes diferenciados en dos grupos: uno de intervención, en el que las enfermeras recibieron una formación específica en metodología de cuidados, y otro de comparación, en el que las enfermeras siguieron la dinámica habitual.

Asimismo, Miguel Montoya ha constatado, entre otras conclusiones, que el personal de enfermería en general realizan actuaciones para prevenir los eventos adversos investigados, así como que la cultura organizativa del hospital y las características de las unidades contribuyen a que prioricen unos cuidados sobre otros, independientemente de la intervención.

Igualmente, también ha señalado entre las conclusiones que los enfermeros no suelen registrar todas las actividades que realizan para prevenir los efectos adversos, con lo que hacen «invisibles» parte de sus cuidados.

La tesis doctoral de Isabel Miguel, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, ha sido dirigida por el Dr. Rafael Manuel Ortí y defendida ante un tribunal compuesto por la Dra. Ángela San Juan, de la Universidad de Alicante, que ha actuado como presidenta; el Dr. Elías Ruiz, de la Universidad Católica de Valencia, como secretario; y la vocal Dra. Aurora Quero, de la Universidad de Granada.

Fuente: UCV