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Investigadores recuperan una obra inédita del pintor Joan de Joanes

IMG_2276Investigadores de la Universitat Politècnica de València han sacado a la luz una obra inédita del pintor Joan de Joanes. Se trata de una tabla del siglo XVI, que muestra el momento de la Crucifixión de Cristo y que destaca por su gran riqueza cromática y estilística. La obra procede del Real Monasterio de Santa Clara en Gandia y, presumiblemente, debió ser ejecutada en la época de la regencia y mecenazgo de la duquesa María Enríquez, hacia 1530.
El proyecto de recuperación de esta pintura ha sido posible gracias al acuerdo entre el Monasterio de Santa Clara y la UPV del que el profesor Joan Aliaga Morell es responsable y mediante el cual fue posible localizar la obra de este pintor. Además, el proyecto ha incluido también un pormenorizado estudio histórico-artístico y análisis científico-técnico.
La intervención en la obra ha sido desarrollada por el Instituto de Restauración del Patrimonio de la UPV, bajo  la coordinación de Vicent Guerola, y un equipo formado por más de diez especialistas en Conservación y Restauración de Bienes Culturales. El proyecto se ejecutó entre mayo y septiembre de 2014.
El profesor Joan Aliaga, destaca la importancia de la recuperación de esta obra, “ya que con este procedimiento se descubre una obra que a partir de ahora formará parte del corpus de obras adscritas al catálogo del pintor valenciano Joan de Joanes”.
“Es la primera vez que la obra es sometida a un proceso íntegro de restauración. Hasta ahora, estaba cubierta por una densa y estratificada capa de suciedad acumulada a lo largo de los siglos, lo que impedía apreciar su calidad estilística, especialmente la riqueza del color. Nuestro trabajo ha permitido recuperar toda su policromía, descubriendo una obra de un extraordinario  valor hasta el momento desconocida para el público”, destaca Vicent Guerola.
La pintura reúne todas las características de la producción de la escuela valenciana de la época manierista. De formato mediano, conserva su marco original adherido al soporte y acabado con pan de oro. Destaca también su fórmula pictórica, cuidada al máximo detalle, con un acabado muy realista en el tratamiento de los ropajes, en la presentación de las figuras, así como en el detallado tratamiento del fondo paisajístico con una técnica cercana a la miniatura”
Asimismo, Núria Ramón, conservadora del monasterio gandiense, sitúa la obra entre las mejores de la colección de las clarisas donde, además, se conserva otro retablo del mismo autor y tres tablas de Paolo da San Leocadio.
Fuente: UPV